Google+ Raúl Acosta: Droga en Rosario: Cinquerrui desmiente a Sergio Berni

lunes, 9 de septiembre de 2013

Droga en Rosario: Cinquerrui desmiente a Sergio Berni

--Una de las personas que más sabe del tema cocina, paco, droga, es el ex-diputado Sebastián Cinquerrui, que produjo uno de los informes más impactantes que se ha producido, porque finalmente nos abrió los ojos sobre el tema paco. Él fue quien encabezó este trabajo para el informe que dio a conocer, quien en su momento era su aliada, la señora Carrió. La primera pregunta es sobre una información que dice que la cocina descubierta en Funes, con 300 kilos de pasta base, es la más importante que se ha descubierto en el país. ¿Estamos en condiciones de compartir esta afirmación?

Yo la información que tengo es por lo que leí en los diarios. Hay una información confusa sobre si es pasta base lo que se encontró o cocaína. En cualquiera de los dos casos, no es de lo más importante que se ha encontrado en el país. Es una mentira absoluta. Nosotros hemos denunciado en varias oportunidades, en fuero federal obviamente, casos de 500, 600, 800 kilos de cocaína. Sí es cocaína ya procesada entonces no tiene sentido la afirmación de que hay un laboratorio. Y si es pasta base y son 300 kilos el laboratorio no es de gran dimensión, por eso le dicen cocina, porque es una pequeña unidad productiva, incluso hasta podría llegar a ser un depósito. Esto lo dijo en términos prácticamente analíticos y teóricos, porque no conozco el particular más que por información pública.

-Sebastián, ¿hay algún modo, por los olores, de conocer algún sitio donde se está trabajando la reducción y fabricándose? ¿Hay olores específicos y especiales?

Si la producción es importante hay una acidez en el ambiente, por los mismos productos que se utilizan. Incluso, en algunos países donde se han detectado en barrios privados pequeños laboratorios, la flora de la zona tiende a secarse, a cambiar de color, en primavera o verano tienen el aspecto de ser otoño. Pero tiene que ver mucho con condiciones específicas del lugar. En general, hay evaporación de ácidos y eso se percibe en el ambiente.

-¿Hay algún uso particular del agua para el lavado de instrumental, de aparatos?


En la etapa de fabricación, de trasformación de la pasta base al clorhidrato de cocaína el uso de efluentes son bastante acotados, por eso se lo puede instalar, como hemos detectado, en el conurbano bonaerense, o en barrios muy humildes o dentro de un country. De alguna manera se puede llegar a disimular la actividad. No es como el caso de la reducción de la hoja de la coca a la pasta base, que es el primer proceso, que en genera. Se hace in situ donde se cultiva la hoja, y eso exige mucha cantidad de agua y por eso se instalan cercanos a arroyos, a ríos, donde hay muchos litros y circulación rápida de esa agua fuera del lugar. En este caso, se utilizan precursores químicos en cantidades relativamente reducidas.

-¿Es posible, como decían en las primeras informaciones –no las han desmentido- que estos precursores químicos se habían comprado en la provincia de Buenos Aires?


En general, sí. En general sí porque las industrias que producen esos precursores están instaladas en la provincia de Buenos Aires. Hay instaladas en las grandes provincias también, seguramente en Córdoba, Santa Fe, Mendoza, pero la provincia de Buenos Aires es en general quien más produce, la industria química más viva en este sentido, y se ha detectado, de la cual se exportaba más precursores químicos de los países productores de la hoja de coca. Por eso, en los últimos 15 años se ha controlado efectivamente mejor la circulación de eso precursores desde la provincia de Buenos Aires hacia el exterior que la circulación interna dentro de la provincia. Por supuesto, se ha flexibilizado el control del ingreso de la droga ya en formato de consumo, eso se controla ya mucho menos que la exportación de los precursores de la provincia.

-Al parecer habría etiquetas truchadas e inclusive alguno de estos precursores o rebajados o medianamente alterados. Una pregunta final: yo sigo como un dogma una frase tuya, de la primera vez que te escuché en una conferencia, es “donde hay cocina hay paco”. ¿Eso puede suceder acá por esta cocina descubierta en Funes?

Podría suceder en la medida en que la cantidad de pasta base que se ha encontrado sea muy significativa. Yo creo que kilos de pasta base no es tan significativa como para tener tanto residual como para producir paco. Habría que ver cuánto tiempo venía esta organización trabajando, si la sustancia efectivamente es pasta base o es cocaína ya en formato de clorhidrato. Habría que ver el contexto, pero en líneas generales uno podría aseverar que donde hay cantidades importantes de pasta base hay un negocio residual que es el del paco. Esto hay que evaluarlo con las cuestiones contextuales, si en los barrios se empieza a evidenciar que hay consumo de esta sustancia, si hay micro emprendedores que la están comercializando y de dónde la están trayendo, si es del conurbano bonaerense o es una producción in situ. Yo me animaría a decir que, por esta dimensión, es probable que todavía no se verifique la circulación del paco producido en Santa Fe sino producido en el conurbano bonaerense.

-El enfoque general, porque al parecer se trata de un grupo comando que llega al lugar mediante investigaciones propias o deslizadas por otro, o trabajo en conjunto –acá no hay trabajo en conjunto y esto lo asegura Berni, dice que está solo-, este sistema de trabajo de gendarmería, de grupo comando ocupacional, que toma un sitio, y después se va, ¿es aconsejado? ¿Es lo que se hace en otro país?


No, en absoluto. Esto es una cuestión electoralista. Desde hace muchos años, y sobre todo desde que Aníbal Fernández en su momento fue el ministro en la lucha contra el narcotráfico y el mando de las fuerzas de seguridad, se desestructuró toda la inteligencia que tenía que ver con la coordinación de las fuerzas, estadísticas, el trabajo en conjunto en líneas generales. Y esto es lo primero que atenta contra la lucha contra el narcotráfico, y fortalece y hace al país un país amigable, porque está todo fragmentado y se le permite un trabajo mucho menos auditado, menos controlado y menos perseguido –para llamarlo con términos gradualistas-. Lo contrario a lo que se hace en los países que verdaderamente luchan contra el narcotráfico es lo que se ha hecho en la última década en Argentina. Acá se flexibilizaron todas las condiciones para que este sea un país amigable: se puede lavar dinero y hay leyes que permiten un blanqueo, se puede importar de manera legal efedrina, y si no hubiese habido un triple crimen en General Rodríguez que pasó de las páginas de policías a las páginas políticas, este sería un país que seguiría siendo el principal productor de metanfetaminas para exportar hacia el mundo, porque se lo hacía legalmente. Quiero decir con esto que la lucha que se pretende entablar fragmentando la inteligencia y estas organizaciones de gendarmes que traen por 45 días carece absolutamente de sensatez.

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