Google+ Raúl Acosta: Todesca y el quinquenio perdido

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Todesca y el quinquenio perdido



-La pregunta es una sola. El eje de nuestros males está en la inflación, y estas cosas que está haciendo este grupo que acompaña ahora a la señora Presidente, ¿apunta a mejorar nuestro problema?

Yo diría que hasta este momento no ha habido medidas en esta dirección. Digo, cautelosamente, es un equipo que acaba de asumir hace pocos días y, si bien el nuevo ministro ya estaba antes en el ministerio, cabe siempre dar un poco de tiempo. Hay decisiones que me parece que son buenas en términos más de una cuestión política -de que haya más diálogo con la prensa, con la oposición, con los diputados, con los senadores-, y también me parece bien esta acuerdo con YPF porque es esencial para destrabar las inversiones en petróleo. Pero en ese otro plano, que es la inflación, la caída de reservas y demás, todavía no hemos visto medidas.

-Y sobre el tema desarrollo económico del país, el estado de bienestar al que apuntan todas los partidos políticos finalmente en el siglo XXI, ¿nosotros cómo estamos después de esta década? ¿Cómo nos va?

Mire, no hay un panorama de blanco o negro en estas cosas. Evidentemente la economía argentina, durante varios años, tuvo un fuerte crecimiento, también es cierto que durante este período, arrancando con lo que dejó la convertibilidad en materia de empleo -20% más o menos de desempleo- hubo una inserción importante de ese desempleo, que ahora se detuvo –hace ya dos años que esto no ocurre-. Entonces, yo le diría que hubo un impulso inicial de crecimiento, se fue deteniendo y nos ha colocado nuevamente en una situación de crisis. En un país que permanentemente cada diez años, o plazos parecidos, cae en situaciones de crisis, el desarrollo económico sostenido no existe. Existe un bienestar durante un tiempo y mucha población queda fuera de esos momentos de crecimiento: ustedes en Rosario lo saben bien porque tienen una enorme población en situación de pobreza.

-Está bien que ‘mal de muchos consuelo de tontos’, pero hay una relación de PBI en toda América Latina con las tasas chinas; por lo tanto uno puede mirar qué le pasó a Bolivia, qué le pasó a Brasil, qué le pasó a Perú, qué les pasó a todos los países de América que recibieron durante una década el beneficio de la alteración de los términos de intercambio, el pito catalán para la CEPAL y la materia prima más caro que los productos desarrollados. Esos países, ¿cómo están con respecto a nosotros? ¿Usaron bien esa diferencia? ¿Nosotros somos los únicos que la usamos mal? La economía comparada de América Latina en estos diez años. ¿Cómo nos fue?

Nosotros hemos sido de los que al final, por el hecho de tener esta crisis –porque si usted me preguntaba esto hace cinco años le diría que lo están utilizando bastante bien- pero los desequilibrios acumulados a hoy obligan a un diagnóstico diferente. Le diría que los usamos mal, al cabo de diez años lo usamos mal; lo usamos bien en un primer momento y lo usamos mal en un segundo momento. Usted mencionaba la CEPAL, que se refiere a los términos de intercambio sobre –o sea la relación entre los precios de los productos que importamos y los que exportamos- efectivamente, los productos que exportamos han aumentado mucho más de precio que los productos que importamos, peor los precios absolutos de los productos que importamos son muy superiores a los que exportamos. Nuestro valor por tonelada de exportación son alrededor de 600 dólares, y nuestro valor por tonelada de importación son 1800 dólares. Entonces, a pesar de que los precios entre uno y otro mejoraron la brecha sigue siendo enorme.

-Está bien que así sea, sino para qué sirve el valor agregado.

Bueno, está bien que así sea desde el punto de vista…

-Del desarrollo industrial.

Sí, pero nosotros no producimos.

-Pero sería contraproducente en el mundo. Salvo que sea una materia de primerísima necesidad, como alguna vez será el agua…

El tema de lo que nosotros producimos. Claro que es lógico que un producto de alta tecnología tenga un precio superior que un producto primario.

-Usted dio bien la respuesta, yo estaba haciendo una ironía alocada. Una de las cuestiones, una de mis dudas frontales con el kirchnerismo es la justicia social. Hoy estamos con el 40% del mercado laboral en negro, y en Rosario no se escapa de la media del país. ¿Cómo puede solucionarse eso?

Hay el siguiente fenómeno: hay países que acumulan pobreza y hay países que desacumulan pobreza. Cada uno desde su punto de partida. Si usted mira Brasil, tiene un proceso de desacumulación de pobreza; si usted mira la India, tiene un proceso de desacumulación de pobreza; si usted mira la Argentina, tiene un proceso de acumulación de pobreza. Por supuesto que la situación del ingreso en Argentina es mejor que en la India. Pero visto como proceso, la gran cuestión aquí es revertir la tendencia y pasar de un proceso de acumulación de pobreza a un proceso de desacumulación de pobreza. Y esto significa mayor incorporación de gente al mercado laboral y al mercado laboral formal, por supuesto.

-Por último, estaba más temprano reflexionando una frase que le había escuchado a Felipe González; él decía que el mercado latino, en economía global, tenía que tener un eje, y él veía ese eje en México- Brasil, y a Argentina no la mencionaba –la mencionaba colada con Brasil-. Pero para él el eje era México-Brasil. ¿Nosotros estamos descolgados? ¿Deberíamos adherir? Parecería que lo de PEMEX y esta entrega de las banderas populistas del compañero Kicillof estaría apuntando a esto. ¿Es el eje México-Brasil?

Mire, no hay un eje. No hay un eje, porque la instalación de la economía mexicana es a la economía de Estados Unidos, y la instalación de la economía brasilera no es con Estados Unidos. México es un país, como sabemos, con más de 4 mil kilómetros de frontera con Estados Unidos y con una industria y un desarrollo productivo que está muy asociado a Estados Unidos. Entonces las estrategias de Estados Unidos hacia México o la de México hacia Estados Unidos son exclusivas de esa particular situación, con el tema migratorio de por medio y demás. Brasil y nosotros tenemos una realidad diferente de integración y participación en el mundo. Hoy yo diría que en América Latina no hay un eje.

-No es que sea coyuntura, es del día y apunta a nuestras bases, al desarrollo energético. Se dice que Pemex es parte del desarrollo del acuerdo final YPF-Repsol. ¿Se vienen las petroleras mexicanas a resolver el tema en Argentina?

No, yo creo que no. Pemex, que es la empresa estatal mexicana, es una empresa que ha atravesado en los últimos años por grades dificultades financieras, y es una empresa donde se está discutiendo la apertura al capital extranjero –el petróleo en México fue nacionalizado en 1988 por el presidente Lázaro Cárdenas-. Entonces Pemex no tiene capital para invertir en el exterior; Pemex está viendo si cambiando esta legislación existente –que es una compañía estatal sin capital extranjero- puede incorporar capital de afuera. Hoy la industria petrolera es una industria capital intensiva y ni Argentina, ni siquiera México -que es una economía mucho más grandes-, e incluso Brasil –Petrobras está vendiendo sus activos en el exterior, por eso ha vendido parte de los activos en Argentina, para hacerse de capital, porque la exploración de esos fondos en el lecho marítimo es extraordinariamente costosa-, entonces Pemex no podría participar más que limitadamente en la explotación en Argentina.

-El diario El País dice que el ministro español se reunió con su homólogo mexicano para tratar el asunto de negociar con Argentina y da la participación de Pemex como una de las llaves para destrabar el lío. ¿Por qué lo hará?

Eso es porque Pemex tiene el 9% del capital de Roy, es uno de los accionistas de Repsol. Repsol tampoco tiene para invertir en Argentina, o si tenía tampoco se dio, peor el interés y la participación de Pemex es por dos razones: una porque es una empresa estatal y, por lo tanto, las cosas y las actitudes tienen que ver con la relación entre países; y la segunda porque, concretamente, tiene el 9% del capital.

-¿De qué modo esto ayudaría a desarrollar los tesoros energéticos que tenemos en el subsuelo?

En definitiva yo no soy experto en cuestión petrolera, así que no podía profundizar con solvencia toda esta cuestión.

-Me remito a El País: “Se supone que Pemex habrá sacado alguna compensación, ya que el pacto ‘le deja el camino expedito para la entrada en la explotación del yacimiento Vaca Muerta’.” ¿Están hablando al cuete?

A lo mejor no. A lo mejor es así.

-Pero usted dice algo muy valiosos, que el Pemex es del Estado; y cita a Cárdenas, que dijo que el subsuelo debe ser de los mexicanos. No decía nada diferente a Mosconi, ¿no?

Claro.

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