El tiempo más extendido que hemos tenido de democracia y seguramente que va a seguir así, porque hay una gran valoración de lo que significa poder hablar, discutir, diferir pero fundamentalmente consensuar, cosa que en la época de la dictadura ya vimos cómo se vivía.
-Ahora, esto es una democracia y usted me hace una referencia a la democracia formal. La democracia como ejercicio y teniendo en cuenta el futuro nacional, ¿cómo la ve usted?
Depende de todos, del oficialismo y la oposición. Porque tenemos que apuntalar la ideas correctas y tratar de tener realmente propuestas que mejoren la educación, salud, vivienda, que mejoren el trabajo, la producción, es decir, es todo parte de un así normal que nosotros estamos convencidos que se puede llevar adelante en la República Argentina.
-El gobierno que ejerce actualmente el poder Ejecutivo, el gobierno en manos en este sector del peronismo ¿apunta a un país normal?
Lo que pasa es que con los hechos que vemos todos los días… el caso de Campagoli por ejemplo, creo que es un hecho preocupante en términos de la justicia porque no se puede interferir así en alguien que está investigando. Resulta que al que investiga se lo desplaza y el que no investiga se ve favorecido por pases de una a otra jurisdicción que beneficia su situación.
-¿Entiende usted que hay una herida de muerte, una herida parcial o una herida en la justicia de Argentina?
Yo creo que sí. Y el avance de querer sumar en una boleta partidaria, como fue ese proyecto que tenía que llevarse adelante con las PASO, de incorporar allí la lista de integrantes del Concejo de Magistratura, está hablando de que la independencia de los poderes, por lo menos lo que hace al Poder Judicial, es muy pobre.
-Doctor, la situación del mundo –y la provincia de Santa Fe está en Argentina y Argentina está en el mundo-, la problemática del mundo en el siglo XXI es energía, comida y agua. ¿A nosotros qué nos está pasando con estos tres temas?
En energía, usted sabe que ahora es estamos importando recursos por 14 mil quinientos millones anuales. En el tema de alimentos tenemos una gran posibilidad de producir 150 o 160 mil toneladas de cereales. Y creo que estos son temas que, sumados al agua, que hay que protegerla aun cuando vivimos en una región donde lo que abunda es el agua, sin embargo en todas las provincias que necesitan del agua de los deshielos el tema de la minería está complicando realmente las posibilidades de defender este bien natural.
-¿Usted cree que sobre estos tres ítems –energía, comida y agua- Argentina está protegiéndose para mañana?
Es a lo que uno aspira. Y es lo que tenemos que pensar fundamentalmente en un cambio de modelo, porque estamos ante un modelo que está agotado. Y es necesario pensar en un nuevo paradigma de desarrollo, sobre todo cuando se confunde permanentemente lo que es el crecimiento económico de lo que es el desarrollo. Argentina indudablemente tuvo crecimiento económico, pero ese dinero que se rescató para el país no ha sido convenientemente distribuido para llevar adelante un país con igualdad de oportunidades. En eso estamos realmente en mora con nuestros compromisos de asunción de responsabilidades en nombre del pueblo.
-Esta situación de las policías provinciales, que al destaparse una olla de un lío que había fabricó quejas en otra y en otra y que finalmente termina con la señora presidente diciendo que con ‘la precisión de un bisturí’ –cito sus palabras- se desarrollaron los conatos de violencia. ¿Adhiere usted a esta precisión de un bisturí que en realidad habla de una estrategia?
No, yo creo que… Es decir, seguramente que alguno estaba programado para hacer alguna actividad de esta naturaleza pero la unidad del hecho no amerita pensar en una cuestión programada. Yo creo que lo que hay es una gran factura en la sociedad argentina, una fractura que si no comenzamos a cuidarla se va a seguir profundizando y esto va en contra de las posibilidades de desarrollo armónico de nuestro país.
-La contradicción o esto que usted está planteando, que finalmente es amigo-enemigo, ¿cree usted que se puede superar?
Yo creo que si decimos que es insuperable vamos a una situación absolutamente negativa, como cuestión de futuro. Pero también es cierto y quiero reconocer la unidad del problema y la obligación de encontrar soluciones. No es con más de lo mismo con lo que vamos a salir adelante, por eso hablamos de cambio de paradigma, que tiene que ver en lo económico, que tiene que ver en lo social, que tiene que ver en lo cultural, que tiene que ver con lo institucional. Nosotros tenemos que realmente fortalecer las instituciones si queremos encontrar el espacio de diálogo institucional que permita pensar hacia dónde va la Argentina. De lo contrario creemos que son problemas sectoriales o de disciplina: ‘la educación anda mal, a ver cómo hacemos con la educación…’ La educación no va a andar bien en tanto y cuanto tengamos un país que le va bien. La educación va a tener sus problemas como lo tendrán la salud, como lo tendrán todos los bienes que el Estado tiene garantizar de acuerdo a la Constitución.
-Doctor Binner, sé que estuvo en el NOA, estuvo en el NEA, estuvo en Mendoza, que es región Cuyo. ¿Cree usted que es posible un encuentro nacional de voluntades que se manejen por fuera de Buenos Aires, sin perderla?
Sí, yo creo que se puede. Realmente se encuentra en el interior del país mucha voluntad de diálogo que no tienen en Buenos Aires. Pero tenemos que trabajar todos juntos y tratar de tener un solo país, una nación que nos cobije a todos. Para eso tenemos nuestra bandera, para eso tenemos nuestro himno, nuestros productores, nuestros trabajadores, en fin, tenemos valores que hay que encolumnar hacia un proyecto diferente donde se garantice la vida del que produce y el que trabaja, donde se garantice la seguridad de la gente, donde se defiendan los bienes personales de la gente. Bueno, todo esto es parte de un proyecto que hay que llevar adelante. Y hay muchos aspectos vinculados a este proyecto que están ya dilucidados, ¿no? Digamos, el caso del Acuerdo de Seguridad Democrática, que está desde diciembre de 2009 durmiendo en el anaquel del Congreso de la Nación, es rápidamente acordable para salir adelante, porque han participado en su redacción personas como Said, Arlasnian, que son indiscutiblemente figuras importantes en nuestro país desde el punto de vista del conocimiento técnico de lo que se trata. Hay elementos para tomar en cuenta, hay necesidad de programar estos dos años futuros, que son claves para que la democracia se reestablezca definitivamente. Este es un gran desafío para el socialismo pero también para la oposición. Y en este sentido participó en el día de ayer en una reunión de todas las entidades vinculadas al campo, y la verdad que fue un hecho realmente satisfactorio encontrar que todas estas empresas o empresarios están trabajando en función de un proyecto de futuro, pensar que salen de la protesta y comienzan a plantear la propuesta. Es ahí donde tenemos que radicar nuestra esperanza, en la gente que sigue creyendo en lo que hace.
-Doctor, usted ha tenido charlas con Barletta como Cobos, hombres del radicalismo. ¿Están todos en el mismo barco atrás suyo?
Yo creo que hay una definición que la tiene que sumar la Unión Cívica Radical en ese sentido, como la tomo la provincia de Santa Fe. Así que nosotros tenemos que trabajar en función de la institucionalidad. No creo que la institucionalidad para algunos aspectos de la vida común sino que también los partidos políticos tienen que fortalecerse y esa fortaleza se traduce luego en frentes políticos muchos más sólidos, como se ha demostrado en Santa Fe.
-¿Va a darle el abrazo de la victoria a Bachelet?
Sí, voy a estar allí como estuve 8 años atrás cuando ella ganó por primera vez la elección.
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