Google+ Raúl Acosta: Hermes Binner en La vereda de enfrente

lunes, 30 de diciembre de 2013

Hermes Binner en La vereda de enfrente



-En la reunión de ayer estuvo Giustiniani.

Sí, por supuesto.

-Entonces estuvieron las cúpulas del Socialismo, del radicalismo y de todos los otros partidos afines a lo que era, originalmente, el Frente Progresista Cívico y Social. ¿Es más o menos así?

Sí, así es.

-¿La idea cuál es?

Es conformar una propuesta de alternativa del modelo vigente. Entonces eso significa generar en todo el arco progresista un atractivo que permita tener una propuesta común, tener un equipo de trabajo que lleve adelante esa propuesta y, por supuesto, demostrar nuestra vocación de ser parte de la gobernabilidad que se necesita.


-Doctor, hay dos cuestiones y ellas dos están relacionadas. Esto se hace en Rosario y Rosario es, más allá de cualquier otra cuestión, el eje de su partido y el eje suyo, y Rosario es uno de los ejes de la provincia también. De modo que acá hay dos cuestiones que usted me aclarará. Una si usted fue el anfitrión y dos si el modelo de Santa Fe fue el ejemplo que abrió para la reunión de anoche.

Las dos cosas. Porque queríamos realmente conformar dentro de Santa Fe una fuerza que es la fuerza que viene gobernando en la ciudad de Rosario desde hace mucho tiempo, y en la provincia también, y que queremos como hecho práctico demostrar que no es solamente idea sino que es una propuesta concreta que se puede extender a nivel nacional.

-En la provincia de Santa Fe, y antes en la ciudad de Rosario, el Frente Progresista Cívico y Social ha dicho que un costado peronista siempre ha sido bienvenido, que no se le ha cerrado la puerta. Para lo que sería la construcción del FAP, que es esto a lo que estamos haciendo mención, hay una puerta abierta para el peronismo.

Siempre hay puerta abierta al diálogo, porque es importante recuperar la idea de que se puede coincidir en propuestas comunes, en lo social, en lo económico, en lo político. Y si esas coincidencias se dan es indudable que luego se traduce en una calidad institucional, que es la que tenemos que recuperar.

-Doctor, en sus visitas de este año, que ahora culmina, usted estuvo en Mendoza en la sede de un gremio que es importante en el país, que es el gremio bancario. La pregunta en concreto: ¿están pensando en una apertura estrictamente gremial, o más claramente, en una pata gremial en el FAP?

Nos interesa también abordar el tema gremial, pero tiene también una lógica que es, o por lo menos debería ser, lo más independiente posible de los partidos políticos. Lo cual no quiere decir que no tengamos políticas comunes en defensa de los intereses de la clase trabajadora, en defensa de los intereses de trabajo. Y generar realmente una política de inclusión social, que es lo que tanto necesitamos en nuestro país. Menos agresión, menos dureza y más búsqueda de consensos y de pensar que vivimos en una situación compleja pero que hay soluciones. Y eso creo que nos genera a nosotros el optimismo necesario para llevar adelante la propuesta.

-Desde dos costados le haga la base para la pregunta. Un costado es lo fallido que fue armar un acuerdo de cúpulas, como fue el de De La Rua y Chacho Álvarez, sin un programa en común. Y del otro lado le he oído hablar a usted del pacto de México, donde lo común era el programa primero y los nombres después. Después de la reunión de anoche, ¿se puede pensar en la reunión de cúpulas o en empezar a trabajar un programa común?

Las dos cosas, porque son necesarias las dos cosas. Digamos, el nivel de cúpulas, si se puede tener propuestas comunes en todas las decisiones que se toman en el Congreso -no olvidemos que son más de 80 diputados los que integran esta fuerza-, y a nivel también de la propuesta tiene que haber una encarnadura en la realidad; y eso hay que estudiarlo, hay que prepararlo, hay que consolidarlo, y esto tiene que ser el programa que lleve adelante esta fuerza política.

-Esto va de mi parte –usted opinará lo que quiera-: la presencia de Rubén Giustiniani, como la ausencia de Cobos y Carrió, para mí da un costado distinto. Desde un lado, el socialismo está junto; y del otro, no ponemos conflictos de los radicales en el medio.

Nosotros creemos que hay que trabajar en función de una propuesta progresista. Y en ese sentido el progresismo es constituir organizaciones sólidas. Entonces, qué mejor que sean los partidos políticos los que elijan sus representantes, y eso es lo que estamos generalizando. Por eso que podemos explicar la no presencia de Cobos y sí la presencia de Giustiniani.

-Doctor Binner, por la vejez que tengo, como periodista y de vida, a mí me asusta una sola cuestión: la única salida que yo veo es una salida –la palabra puede sonar rara- programática. Y si es una salida de coyuntura en el 2015 estamos fritos. Por lo tanto permítame insistir: ¿habrá un acuerdo de programa para el 2015?

Sin eso es imposible construir, porque vamos a trabajar al estilo de la Torre de Babel. Nosotros necesitamos trabajar en función de un programa, que la gente sepa, tenga certezas, que le productor tenga certezas, que sepa que hay una macroeconomía, que hay que tener políticas claras, que la microeconomía tiene que trabajar en función de generar riqueza pero también generar trabajo decente. Son cuestiones que tenemos que hablarlas pero están todas dentro de lo que nosotros definimos como un país normal.

-Por último, ¿no le tiene miedo a que lo conviertan en un adjetivo de uso demasiado común a la palabra progresismo?

No, yo creo que eso define claramente que lo que queremos es una política de centro izquierda, una política que sea democrática, una política que piense realmente que la forma de vivir que hoy tenemos podemos reconducirla en función de vivir mucho mejor, con más seguridad, con más inclusión social, tratando los temas graves como es el de la inflación, con la fortaleza que eso necesita. Esas son cuestiones que podemos solucionar si los ponemos en la mesa de debate; si no lo debatimos no lo reconocemos, y si no lo reconocemos es como si no existiese. Entonces creo que ahí está donde tenemos que fijarnos plenamente para construir una Argentina mejor.

-Ayúdeme con una información de la reunión de anoche. De los temas comunes -usted recién mencionó inflación, inseguridad, plan de gobierno-, ¿cuál fue el eje donde todos dijeron sí y nadie en disonancia?

Todos estos temas fueron consensuados. Inclusive el tema de la desigualdad social como un factor que frena el desarrollo, que es una cuestión de manual dentro de lo que es el progresismo. Así que esto es lo que le da seguridad a la población, en la medida que haya una actitud de gobierno que tienda a resolver los problemas concretos.

-¿Hay alguna posibilidad, más allá del documento que salió hoy, de presentar un documento a la presidente? ¿De charlar con el Ejecutivo o con alguno de sus ministros para plantearle temas comunes? ¿Se dio eso o va a ser sólo en Diputados y Senadores?

No, se está trabajando en forma común. Entonces esto va a generar, realmente, propuestas comunes. Mire, uno de los temas que nosotros planteamos de entrada es buscar más amistad entre nosotros, buscar más integración, buscar poder trabajar de forma cotidiana en un proyecto que tiene valores y, por lo tanto, en este camino se simplifican otros caminos que son también arduos, difíciles, pero que sin los primeros es muy difícil avanzar.

-¿Hubo brindis antes de la despedida?

Sí, claro. Fin de año motiva a encontrarnos con los amigos, con la gente conocida y celebrar que estamos vivos, que estamos trabajando para una propuesta interesante, que no bajamos los brazos, que tenemos una gran confianza en Argentina, que se puede salir adelante con mucha fuerza. Y en ese camino me parece que tenemos una fuerte posibilidad de aspirar a la sociedad que aspiramos.

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