Google+ Raúl Acosta: Droga, bienvenida al Mercosur

miércoles, 19 de febrero de 2014

Droga, bienvenida al Mercosur

Entrevista a Sebastián Cinquerrui, ex diputado provincial por la provincia de Buenos Aires y co-autor del informe "Paco, la punta del iceberg"



-Sebastián Cinquerrui es uno de los que sobre el 2000 investigó el tema del paco en provincia de Buenos Aires que luego, quien era vocero en esa época del grupo político en que trabajaban, la señora Carrió, lo tomó como su informe. Pero desde entonces, entiendo, ha seguido trabajando el tema del narcotráfico.

Sí, durante muchos años venimos trabajando, estudiando, y viendo la experiencia de otros países con características similares a las de Argentina para tratar de entender qué es lo que pasa en otros lados y cuáles son los posibles ir verificando en nuestra realidad.


-Decía yo que el trigo, es fácil saber, se siembra, hay un área sembrada, se cosecha, el grano se muele y se convierte en harina y después los subproductos con valor agregado, pero que se puede hablar de una cadena porque se siembra trigo. Y lo que encontraba de diferente en la discusión Berni-Rossi, que ahora es Capitanich y Berni versus Rossi, es que acá todavía no se siembra o no hay un área sembrada muy grande de coca. Pero no lo sé, y no sé si esa es la diferencia. Y en concreto no sé quién tiene razón, si Berni o Rossi.

Yo creo que en la realidad Rossi está más cerca de la verdad. Pero ¿en qué sentido? Es cierto que Argentina no tiene condiciones climatológicas para que se desarrollen buenos cultivos de la hoja de coca o de la hoja de marihuana pero también es cierto que las modificaciones genéticas que vienen sufriendo en las últimas dos décadas las dos plantas no sería de extrañar que en un corto plazo puedan tener un buen desarrollo con muestras condiciones climatográficas. Pero más allá si se cultiva o en se cultiva, y en qué cantidad se cultiva o no, lo importante es que la producción de droga se hace en varias etapas, se hace e varios procesos. Uno es el cultivo, y tal vez el que tiene menor valor agregado porque muchas veces utiliza pequeñas unidades productivas, de dos hectáreas o cuatro hectáreas, porque son de alta rotación, se van moviendo para que no sean detectadas. Entonces tal vez ese sea el menor valor agregado y el mayor valor agregado está en las otras etapas, donde se lo transforma de la hoja de coca a la pasta de coca, de la pasta de coca a la pasta base y de la pasta base al clorhidrato de cocaína; y para transformarlo en clorhidrato de cocaína hace falta precursores químicos, estos son ácido muriático, ácido sulfúrico, acetona, cal, que son comunes de uso en la industria de construcción por ejemplo, pero que son de fácil acceso en la industria argentina y no son de fácil acceso en los países donde se cultiva la hoja de coca porque no tienen una industria química importante.

-Te interrumpo. ¿Estaríamos en un proceso de integración latinoamericana para la drogadicción?

Podríamos llamarlo así. En verdad después de que se empieza a aplicar el Plan Colombia, algunos de los éxitos ha sido derrumbar, destruir la producción in situ de todo el proceso, entonces eso hizo que se haga más compleja la producción de cocaína y se tenga que ir trasladando en una especie de fábrica global, que tiene la misma lógica que cualquier industria legal pero con una sustancia ilegal, van buscando espacios sociales y territoriales que hagan que el costo sea menor y la facilidad de acceso los insumos sea mucho más fácil. Entonces, en ese sentido hubo un corrimiento de la industria de Centroamérica y Colombia hacia el Cono Sur, y Argentina fue, para llamarlo de alguna manera, el país beneficiario de ese corrimiento porque tuvo condiciones políticas favorables y de una industria química en desarrollo, importante y absolutamente desregulada. No se dio ningún control sobre esos precursores y el epifenómeno se dio en el 2007 con el caso de la efedrina para la producción de metanfetamina.

-Está más cerca Rossi que Berni de la situación real hoy. Pero, a la vez, están denunciando eso, yo tengo para mí que están corriendo el eje del verdadero problema, que es la recesión, la inflación, la falta de trabajo y la recesión, que es lo que se viene, pero de modo independiente a eso está bueno, muy bueno que aparezca el tema en superficie.

A mí me parece que lo que han querido hacer es patearse las responsabilidades uno a otro, pero que la consecuencia no prevista y no deseada por ellos es de que tomó estado público y hoy se discute sobre la problemática. En ese sentido es positivo. Y es positivo el reconocimiento de La Argentina como productor de drogas, más allá de lo lastimoso que es para todos nosotros, porque nos permite acercarnos a la posibilidad de un mejor diagnóstico, qué es lo que está pasando en nuestro territorio que en los últimos 20 años, sobre todo en la última década, nos hemos transformado de una pías de tránsito, de triangulación por ser ruta fría exterior a convertirnos en un país primer consumidor de cocaína en Latinoamérica y productor de drogas para el mundo. Y la otra consecuencia que no se habla es la inseguridad que esto genera; y ahí sí coincido con lo que usted plantea de estar desviando la atención. Discutimos si es país productor o no es país productor pero no discutimos las consecuencias reales del flagelo del narcotráfico y la penetración del narcotráfico en las instituciones nuestras.

-Están planteando, y coinciden varios, en que debe haber una central única de trabajo –me refiero a las fuerzas del orden- para tratar este tema. Y están discutiendo si está dentro Ejército, si no está dentro el Ejército, si es un delito federal y no algo que puedan resolver las policías provinciales. Habida cuenta de la experiencia que hay en otros lados, ¿cuál sería uno de los métodos más apropiados para aplicar en nuestro territorio?

Yo no creo que sea buena la fragmentación ni de la inteligencia criminal ni de la justicia. Cuando en la provincia de Buenos Aires se aplicó la ley de desfederalización, que le dio un r a la justicia de la provincia en materia de narcotráfico, lo que se hizo fue romper al inteligencia judicial y romper los procedimientos, en el sentido de que se busca el chiquitaje, que tal vez es el que más rechazo social genera, pero no se termina nunca llegando a la cabeza de una organización criminal. A mí me parece que lo importante es que en esta lucha estén todas las instituciones del Estado articulando. Y esta tal vez es la gran falencia del gobierno kirchnerista, que ha roto esa articulación de las fuerzas de seguridad, de la justica, de los poderes ejecutivos, del diálogo entre las provincias, los municipios y la nación, y en esto el dejamos un terreno propio al desarrollo del crimen organizado. Por eso yo soy partícipe de que sea la justicia federal, con un montón de modificaciones que hay que hacerles y un montón de atributos nuevos que hay que otorgarles, quien lleve a cabo las investigaciones en materia de narcotráfico.

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