Entrevista a Laura Etcharren
-Tengo muchos años de periodismo, y una de las cuestiones sobre la que escribí en estos últimos tiempos es que la sociedad de la región Rosario –esto es una región- está abriéndose a entender que convive con la droga. ¿Me permite que la presente? Laura Etcharren es socióloga, es especialista en narco y Maras en Centro y Argentina; es autora de un libro, de 2009, “Esperando las Maras”. Déjeme sacar las cuentas con los dedos de esta mano: cinco años y no le dieron bolilla.
No es que no me dieron bolilla, creo que el tema en ese momento, hablar de las Maras, parecía realmente una locura para algunos, es un tema muy escabroso, muy complicado.
-Déjeme preguntar esto: de barras a pandillas, a súper barra bravas, a Maras ¿cómo es la escala?
Empezamos con las pandillas, seguimos con las Maras, que ya tienen una contención económica y de grupos de poder más elevados, pasamos a lo que son las bandas de narcotraficantes, y después el estado superior, que es un cartel de la droga.
-¿En Argentina dónde estamos?
En Argentina trascendimos lamentablemente el estado embrionario o larval de Maras. Nosotros conformábamos junto con Uruguay y Chile un estado embrionario. Y Argentina, con esta construcción de estado de sensación que se conforma a través del simulacro, como yo lo llamo, nacional y popular , se importa.
-¿Cómo se llama el simulacro?
Nacional y popular. Se importa el flagelo del narcotráfico en Argentina proveniente de México, de Centro América y también de Colombia, pero sobre una base narco local muy importante que tiene que ver con esta maquinaria de marginalidad que se fue gestando, creando y cultivando en los últimos años.
-Sobre esto, en Buenos Aires básicamente hubo un diputado, el diputado Larroque, un apellido muy asentado en provincia de Buenos Aires, que calificó de narco socialistas a los diputados nacionales por este territorio que es Santa Fe. ¿Estaba ubicado o desubicado el diputado Larroque?
En realidad yo no me atrevería a poner el título de narcosocialismo. Me parece un exceso. Lo que sí es cierto es que la provincia de Santa Fe, bajo la gobernación socialista, ha tenido una importante maquinaria de creación de marginalidad y pobreza que ha sido sumamente funcional tanto para lo que es la conformación de un narco local como para la importación de células de carteles provenientes de Colombia y de México.
-Hay pruebas de esto, ¿no?
Obviamente. La guerra que nosotros importamos de los carteles colombianos y mexicanos, que no han podido seguir su lucha en sus países de origen, la tenemos acá, y tenemos antecedentes desde el 2007 con la efedrina, el conflicto en Unicenter en la provincia de Buenos Aires, el crimen en Palermo en la ciudad de Buenos Aires que también está atravesado por el sicariato. Que tenemos células de carteles mexicanos y colombianos es sabido. El que no lo sabe, sobre todo los que estamos dentro de este circuito de información, nosotros lo sabemos, el que no sabe...
-Ayúdeme con esto, en realidad corríjame. Yo le digo lo que desde mi absoluta ignorancia trato de entender. Lo que veo desde acá es que los actores políticos lo negaban, no existía, pero nosotros decíamos “no, no lo nieguen, esto está sucediendo”. Lo que puede pasar es que , como en Rosario hay estadísticas más claras nosotros, periodistas, sabemos cuántos son los muertos. Y en La Matanza, un millón ochocientos mil habitantes y no hay estadísticas de muertos, pero debe haber droga, con este panorama le pregunto, ¿hay exceso de droga en la región Rosario y menor problema en La Matanza?
No, no es así. En realidad, yo me abstendría un poco de las estadísticas y las cifras, sino que me situaría básicamente en las escenas de la vida cotidiana y los hechos delictivos que ocurren a diario. El tema con Rosario es que la provincia de Santa Fe, pero Rosario en particular, está atravesando esta situación de poder hablar de lo que se estaría perfilando, de lo que se podría llamar el primer cartel de conformación local en Argentina con la famosa banda de Los Monos. Eso no quiere decir que haya más delito en Rosario que en La Matanza, que en la provincia de Buenos Aires. De hecho, si bien en este momento a la provincia de Santa Fe está encabezando el PBI delictivo, a nivel nacional le sigue la provincia de Buenos Aires. El tema es que en la provincia de Buenos Aires lo que hay es una gran cantidad de bandas de narcotraficantes locales, con células importadas, y en el caso de Santa Fe se ve básicamente una conformación local sumamente importante de lo que puede llegar a ser el primer cartel acabadamente argentino, por decirlo de alguna manera.
-O sea que acá estaría procesándose un armado local.
Claro. En realidad el armado local es a nivel nacional. Nunca podrían haber penetrado todas las células de Colombia y de México, también las de paraguayos y de peruanos, si no hubiera una base local, narcocriminal que les hubiera dado todo el espacio, la logística, la información y además lo que es una gran convivencia con los grupos de poder político y económico que no han dado las medidas suficientes como para salvaguardar y proteger a la sociedad de lo que es el flagelo. También tenemos que aclarar que el tema del narcotráfico ha estallado en el mundo, es el gran flagelo del siglo XXI. Lo que pasa es que algunos países, como por ejemplo Chile y Uruguay, por el momento ha podido contener lo que tienen.
-¿Eso sería la palabra? ¿Contener?
Sí, se contiene. Estaba leyendo el tema de lo que tiene que ver con lo que hace Berni, el turismo aventura que hizo Berni en Rosario, con presentarse ahí con toda esa movida infernal que hace cuando además, según la información que yo tengo y las fuentes que yo tengo, la operación estaba vendida. Obviamente que no puedo afirmar, ni me atrevo a afirmar, que fue el señor Berni ni mucho menos, pero la operación…
-¿Cuando dice vendida, es avisada a los narcos?
Claro. Estaba cantada la información, se les avisó y ahí quedó lo que es el material humano, descartable, para hacer apresados.
-La interrumpo por lo siguiente: visto desde acá, y desde la posición que yo tengo, lo que advierto es que hubo realmente una recuperación de territorio. Más claro, hay barrios, calles, estaciones de servicios, almacenes a los que después de las 18, para citar una hora exacta, no se podía ir; y los colectivos de líneas urbanas de pasajeros habían cambiado su recorrido. Ese territorio, tangible, pisable, se recuperó con estos dos mil y pico de gendarmes, fuerzas de ocupación.
Sí. El patrullaje, esta nueva modalidad, está dando muy buenos resultados. El tema es que eso no significa que se haya resuelto el tema. Lo que hay es un traslado narcocriminal. Esto tiene que ver con lo que es la migración golondrina de los narcos.
-¿Cómo es eso?
La migración golondrina de los narcos. Cuando empiezan a sentirse cercados dentro del territorio en el que se estaban movilizando, comienzan a migrar a provincias limítrofes, comienzan a expandirse, deja de ser el epicentro Rosario y entonces se empiezan a trasladar a distintos lugares. Hay un traslado del delito.
-Y los que consumen, ¿desaparecen?
No, no es que desaparecen. En realidad hay una movilización detrás del que consume, detrás de las bandas organizadas siempre hay alguien que digita qué hacer y qué no hacer. Y en este momento Rosario, con el tema del patrullaje, el tema de la banda de Los Monos, el tema de estar encabezando Santa Fe el PBI delictivo, hay una decisión también narco de bajar un poco y trasladar todo lo que tiene que ver con las operaciones de inteligencia que se han venido realizando en la provincia a otros lugares.
-Ayúdeme con esto. Sobre la ubicación territorial y el corrimiento, digo yo que venían del siglo XX dos deudas que los actores políticos no habían resuelto, una es la justicia social y el otro es el péndulo entre orden y libertad –democracia, en rigor- que el otro costado del país político no lo había resulto; pero en el siglo XXI a esas cuestiones sin resolver se agregó el miedo urbano, la narcocriminalidad, que tiene hasta una forma de vida, leyes muy precisas que va trasladando a la sociedad, y la corrupción institucional, aceptada, generalizada, puesta también en superficie. Este tema, el de la narco criminalidad, el de la narco sociedad, el de las leyes narco, ¿usted lo ve que está encerrado o que baja a la sociedad, al civil común, mezclándose, dando leyes nuevas? ¿Cómo ve eso? En realidad lo que le estoy preguntando es cómo actúan las Maras en el medio de una sociedad.
Su exposición es excelente. Pero vamos a ordenarnos. El narcotráfico, cuando penetra, o las narcomaras, cuando se produce un aluvión entre lo que son las Maras articuladas y ya una banda de narcotraficantes, lo que hace es ayudar, contribuir a que ese tejido social que está quebrado termine por perforarse. Que es lo que ocurre en la sociedad argentina. La sociedad argentina tiene un tejido social perforado por la narcocriminalidad, ya sea por narcotraficantes o por las narcomaras cuando están fusionadas. Obviamente que cambia, cambia todo, cambia la construcción subjetiva de las personas, cambian las escenas de la vida cotidiana, las modalidades, se toman precauciones, hay más miedo. Pero también es cierto que todos los hechos de inseguridad hoy no están vinculados con el narcotráfico. En eso tenemos que tener una honestidad intelectual, y no todos los hechos de inseguridad están atravesados por el narcotráfico. El gran problema que hay en Argentina, y que también ocurrió en Centroamérica y en otros países, es la profunda confusión entre pandillas, Maras, con bandas de narcos y carteles de la droga.
-¿Cómo se inserta acá la barrabrava y su negocio narco?
Digamos que en lo que tiene que ver con el fútbol es una de las vertientes del narcotráfico. El narcotráfico tiene la vertiente en lo que es la trata de personas, el tráfico de armas, el lavado de dinero y el fútbol, que encabeza también lo que tiene que ver con el lavado de dinero y otro tipos de transas.
-Y todos esos sujetos que usted mencionó, ¿no estarían libres, con espaldas, con la sociedad firme distraída y proliferando? Todo lo que usted nombró, la parte inmobiliaria, la parte de blanqueo, la barrabrava, la compra de jugadores, la compra de edificios, la compra de políticos, ¿cómo lo está viendo usted?
En realidad, la sociedad no es que está distraída, la sociedad no se puede encargar de lo que no se encargan los gobiernos. Los gobiernos son los encargados de salvaguardar y proteger a una sociedad. Si los gobiernos dejan penetrar el narcotráfico y todas las miserias que el narcotráfico acarrea… También estoy en condiciones de decir que tampoco es el narcotráfico. El narcotráfico es un negocio, y si encuentra en Argentina un Edén que está atravesado por la nomia y por una negación jactanciosa de un fenómeno como es el narcotráfico, la sociedad no puede hacer nada. Y de hecho, yo veo mucha más preocupación en la sociedad que por parte de los gobiernos en el tema narco, que lo están reduciendo a toda esta movilización que se hace ahora, esta aparición de la Ministro de Seguridad, que hasta hace dos días no tenía una cara visible, toda esta movida que dicen en un momento “acá no hay narcotráfico”, la Presidente en cadena nacional mostrando tapas del año 1993. Obviamente que el delito no se construye desde hace dos años, obviamente que lleva más de una década de conformación, tampoco podemos decir que el delito se redujo o se mantiene, como digo en su momento Capitanich, como en el 2001. No. Del 2001 a ahora hay una mutación del delito al narcocrimen, razón por la cual no podemos tomar los mismos patrones ni los mismos índices de medición. Me parece que las desinteligencias de arriba lo que generan es una banalización, en algunos casos, de los medios con respecto a lo que es el tema narcotráfico.
-Ayúdeme con dos puntos. Una palabra que se la escuché a usted: el narcomenudeo.
Aclaro, el narcomenudeo no es una palabra mía.
-Se la escuché a usted.
A ver: el narcotráfico no podría existir sin el narcomenudeo, y el narcomenudeo no podría existir sin el narcotráfico. Entre ambas instancias hay una relación dialéctica. El tema es que el narcotráfico se libera en la frontera, la guerra por manejar los hilos sociales del poder del narcotráfico está en las fronteras. Lo que tenemos en las villas, con los kiosquitos nacionales y populares -o bunkers, como los llaman otros-, en los barrios de emergencias –que la gente pobre ha quedado rehén de todo el tema de las agrupaciones narcos, de las Maras, de algunas pandillas que están tratando de luchar dentro de la escala narcomilitar para ir ascendiendo-, es lo que tiene que ver con el narcomenudeo.
-Sobre esto, una última pregunta, que es sobre el tema producción. Charlé con un diputado, Quinquerrui, y él me decía que el paco aparecía cuando había una fábrica y que con la basura se armaba el paco. ¿Dónde se produce lo que nosotros consumimos?
Tenemos que aclarar que el tema del narcotráfico ha hecho estragos en lo que tiene que ver con la marginalidad, se ha valido de la marginalidad creada en este país, pero también es cierto que la droga ha penetrado en clases sociales altas, y no solamente el paco. Mire,Tenemos cocina en todo lo que es el conurbano bonaerense. Hay producción, nosotros estabamos en un país de tránsito, pasamos a ser un país productor. Hay métodos sofisticados que se han importado. Ahora tenemos una especie de hornos, tipo microondas, que no emanan todos los aromas, entonces son menos delatores que lo que se usaban anteriormente. Pero la droga se vale de la marginalidad para poder reclutar a menores en riesgo y armar lo que tiene que ver con una pandilla, una mara a gran escala. Pero también ha penetrado fuertemente en las clases con un poder adquisitivo alto, que no consumen precisamente paco, y que de hecho son algunos de los narcos que manejan desde distintos lugares, que no tienen que ver con una villa o un asentamiento precario sino desde countries y demás, lo que tiene que ver con el circuito de la producción y demás. A ver, la gente no entiende demasiado, y tampoco tiene por qué entender, todos los tecnicismos. Y nosotros lo que tenemos que tratar de hacer es poder llegar a la gente para que la gente sepa lo que realmente está pasando, tampoco para generar un terrorismo y decir “todo lo que pasa es narcotráfico”. No. Hay demasiados delitos vinculados al narcotráfico y hay otros delitos que no están vinculados al narcotráfico. Pero sí es cierto que Argentina se ha consagrado como un país narco. Esto es indiscutido. Obviamente que no nos podemos pensar en términos de México o Colombia, porque tenemos otra construcción socio histórica, porque ellos desde los años 70 aproximadamente están con este tema, pero sí nos estamos encaminados y estamos siguiendo la línea mexicana, que tiene esta conformación de narcotráfico y de pandillas.
-Dice José Agustín Goytisolo: “Tú no puedes volver atrás porque es la vida la que empuja”. Nosotros no podemos volver atrás. ¿En qué punto nos podemos parar para decir “hasta acá se puede resolver, de aquí en adelante que Dios nos ayude”? ¿Cómo es eso?
Básicamente, la lucha contra el narcotráfico tiene que ver con una decisión política. Hoy por hoy, el narco que tenemos no lo vamos a poder sacar. Eso sería engañar, una utopía si se la llamar. Lo que hay que hacer es contener el narco que se tiene, hay que convivir con ese narco, pactar con ese narco -pactar entre comillas- para que no siga proliferando. Y lo que hay que hacer, que es indispensable, es tomar a los niños desde la temprana edad en lo que tiene que ver con la prevención, dándoles un continente educativo y emocional. Porque si uno frena la conformación de una pandilla se va a frenar la conformación de una mara, y con eso le vas a recortar la posibilidad a la banda narco y al cartel de la droga de seguir coaptando menores y envolverse en esta maquinaria de marginalidad, que es sumamente funcional para la proliferación del narco. Pero hoy lo que tenés que hacer con el narco que tenés es contener, contener para que no siga avanzando. Yo avanzó, ya nos penetró, ahora contené lo que tenés.
-Dice José Agustín Goytisolo: “Tú no puedes volver atrás porque es la vida la que empuja”. Nosotros no podemos volver atrás. ¿En qué punto nos podemos parar para decir “hasta acá se puede resolver, de aquí en adelante que Dios nos ayude”? ¿Cómo es eso?
Básicamente, la lucha contra el narcotráfico tiene que ver con una decisión política. Hoy por hoy, el narco que tenemos no lo vamos a poder sacar. Eso sería engañar, una utopía si se la llamar. Lo que hay que hacer es contener el narco que se tiene, hay que convivir con ese narco, pactar con ese narco -pactar entre comillas- para que no siga proliferando. Y lo que hay que hacer, que es indispensable, es tomar a los niños desde la temprana edad en lo que tiene que ver con la prevención, dándoles un continente educativo y emocional. Porque si uno frena la conformación de una pandilla se va a frenar la conformación de una mara, y con eso le vas a recortar la posibilidad a la banda narco y al cartel de la droga de seguir coaptando menores y envolverse en esta maquinaria de marginalidad, que es sumamente funcional para la proliferación del narco. Pero hoy lo que tenés que hacer con el narco que tenés es contener, contener para que no siga avanzando. Yo avanzó, ya nos penetró, ahora contené lo que tenés.
gracias amigo raul......., un lector consecuente.
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