Google+ Raúl Acosta: Boudou nos salva a todos

domingo, 15 de junio de 2014

Boudou nos salva a todos

Mirada desde el sur

(Publicado en diario El Litoral, 15 de junio de 2014)


Amado Boudou es, para la monarquía de baja intensidad que nos gobierna, un problema sin solución inocua. Costará caro. Tarde o temprano se deberá pagar.

Boudou es parte del problema y nunca será parte de la solución. Cómo explicar que su riqueza es legal, que sus embustes son casualidades y que su ramplonería, una táctica para extender el relato. Boudou es real. Es un verdadero tropiezo táctico de una estrategia equivocada.

Los periodistas del reino, serviciales a la corona no saben cómo mentir, pero lo intentan. Algo hay que contar. En rigor Boudou está hundiendo el relato.

Boudou arrastra, en su declinación, a la viuda. La viuda de Kirchner es parte indivisa del problema que trajo Boudou al reino y mucho me temo que Cristina no será parte de la solución. La ensoñación es un jazmín amarilleando en el jarrón.

Boudou incentivó a los plebeyos que no compartíamos los sueños de eternidad.

El colega Hugo Alconada Mon, citando una organización no gubernamental, sostiene que desde 1983 a 2007 hubo 750 casos de corrupción de funcionarios del Estado. Menciona el total de los casos denunciados. Que sólo 22 tuvieron culpables y que nunca superó el rango de Secretaría de Estado. En 25 años sólo el 3% fue condenado. Asusta. Boudou no iría a la cárcel.

Para el ciudadano común la cuestión es otra. Inflación. Recesión. Desempleo. Inseguridad. El interés por un corrupto lo distrae de sus preocupaciones. Debería analizarlo la usina táctico/estratégica de la corona. Un Boudou de cuatro o cinco meses este año, una Carrió por mes mejora el promedio. Lo básico ya está: fútbol, drogas y rock and roll y la vida pasa alegre y distraída por la puerta del palacio.

Se dice, adhiero a lo que se dice, que un elefante solo es posible de esconder en mitad de una manada de elefantes. Boudou dio vuelta el dicho. Es un elefante detrás del cual se esconde una manada de elefantes.

La corrupción estructural está puesta en la superficie por el vicepresidente. En este sentido, su sola presencia en Tribunales como sospechado, como indagado, pone en estado febril al resto de los corruptos y deja al aire el tema. Conviene insistir: si se mira a Boudou como un elefante no se verá la manada de elefantes, la manada de corruptos que se agolpan en la puerta trasera y el ascensor de servicio.

Boudou salva a los mercenarios del relato con un argumento fenomenal. “Pido disculpas, hasta aquí acompañé, pero lo de Boudou es demasiado”.

Boudou salva a los mercenarios de estómago indestructible. “Necesito mucha, muchísima más pauta, este tema es ‘muuuuy' difícil de explicar”.

Boudou salva a los militantes mercenarios. Hace falta algo más que el puesto para bancar este delirio.”Yo me quedo acá, cualquier otra cosa que necesités contá conmigo, pero para esto no”.

Boudou ayuda al Poder Judicial, tan comprometido con todos los poderes ejecutivos democráticos (de los otros gobiernos fueron parte directa). “Vieron, estamos juzgando al vicepresidente en ejercicio, no esperamos a que se fuera”.

Qué decir de un vicepresidente complicado en cuestiones monetarias oscuras y miserables. Boudou elimina explicaciones obvias y las vuelve insoportables. Silenciosamente insoportables. Los panegiristas no logran acomodarse al relato: Amado existe y no es macana. Deben cambiar de tema en sus editoriales.

Ya los panegiristas debían convivir con una abogada exitosa que (tengo la íntima convicción) no hizo su importantísima fortuna trabajando honestamente. Tema peliagudo, peliagudo y olvidado. Boudou fue conveniente al Calafate Dream.

Los enemigos frontales de esta monarquía atenuada advierten que todo sistema de reclamos lo integra a Boudou, volviéndolo irremplazable. Facilita denuncias. Esconde los verdaderos lazos con el descalabro que arrastramos. Los descalabros del país no nacen ni se mueren con Boudou, pero denunciar los problemas de fondo no es parte del contrarrelato. El contrarrelato la “new fábula” necesita el linchamiento de Boudou para triunfar.

Boudou salva a dos o tres generaciones de coimeros. La llama viva del caso Boudou esconde lo anterior: 750 casos denunciados de coimas en el Estado en 25 años. Sólo 22 fallos en contra. Está muy claro que Boudou es la superdosis. Un vicepresidente denunciado. Estamos vacunándonos contra el robo a Gran Escala. Boudou será el ejemplo de que se actuó bien. Vaya uno por tantos.

Palas mecánicas, cemento, pistolas, chalecos antibalas, vacunas, rieles, insumos importados, bonos, computadoras, pasajes. Todo es parte de un gran mercadeo de las necesidades por negros porcentajes. Sólo Boudou con posibilidades de ir a la cárcel. Amado debe salvar al reino.

El pueblo sostiene, con mayoría de mitad más uno, a los legisladores de Boudou tanto en el Senado como en Diputados de la Nación. El pueblo votó a Boudou con un porcentaje que está en la historia. Es el binomio Cristina/Boudou el que obtuvo el 54% de los votos reales en la Argentina.

El Ejecutivo, el Legislativo, dos votos seguros sobre seis en la CSJ. Boudou es el fusible para salvar el reino. A como dé lugar. Hoy por hoy que se quede donde está. Boudou oculta a la manada de elefantes. Juguemos a “las escondidas”. Es el último. Salva a todos.

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