Google+ Raúl Acosta: Espert recontra re cargado

jueves, 21 de agosto de 2014

Espert recontra re cargado

José Luis Espert en La Vereda de Enfrente




-Hay un twitter suyo: “La ley de CFK sobre la deuda es involucrar al Congreso, dándole estatus de ley al desacato del fallo de Griesa y siguen pagando en Buenos Aires la deuda, que no la va a pagar”. Luis, le hago a usted una pregunta que me hago: ¿Dónde nos lleva esta mujer con estas cosas que está resolviendo? ¿Y quién la ayuda a resolver esto?

Quién la ayuda, no tengo la menor idea. Pero para alejarnos un poquito y entender mi opinión sobre esto en particular, hagamos un poquito de historia. Argentina, hace 50 años que vive o en default o con estallidos inflacionarios. Después de medio siglo sería un buen momento para preguntarse por qué vivió en default o por qué vive en estallidos inflacionarios, y dejarnos de preguntarnos la pavada sobre los buitres contra el default, o la otra pavada, cuando hay estallidos inflacionarios de los malditos que suben los precios. ¿Puede ser que nosotros seamos el único país en el mundo que vive con estallidos inflacionarios y siempre le echemos la culpa al que sube los precios?
O vivimos en default y siempre encontramos buitres. ¿El problema no lo tendremos nosotros? Entonces, yendo ahora al análisis de lo que pasó, otra vez nos encontramos con lo mismo. Entonces le echamos la culpa a los buitres; otra vez la misma estupidez del 2001, la del 82, con la deuda. Mire, el problema está en nosotros, que somos una sociedad indigna, que vota políticos gasto maníacos, los políticos gasto maníacos hacen déficit fiscal permanentemente, el déficit fiscal se financia con deuda, si la deuda se financia con el Banco Central es emisión monetaria, la emisión monetaria genera inflación, y si la deuda para financiar el déficit en lugar de ser financiada con el Banco Central es deuda colocada en el mercado, a la larga esa deuda no se puede pagar y es un default. Entonces, otra vez, esta sociedad estúpida en algún lugar, porque la verdad 50 años sufriendo lo mismo hay que preguntarse si uno no es medio tarado, otra vez nos encontramos con lo mismo. Esta señora, ¿dónde nos lleva a hora?, a profundizar el default de la deuda, si esta ley prospera por supuesto, y si no prospera hay que ver qué decisión toman. Porque no sé estos locos que decisión pueden llegar a tomar si la ley no prospera. Ojalá que no prospere, porque esta ley lo que busca es algo muy malo para el país, por eso no quiero que prospere. Es algo muy malo porque la Presidenta pretende que, por ley, Argentina se transforme en un polizón financiero internacional, porque desacata la sentencia de la justicia cuando le es esquiva, justicia que fue a buscar para colocar deuda.

-Hago siempre el símil con un partido de fútbol: termina empatado, vas a los penales y cuando terminan los penales dicen no nois gustó el resultado “vamos a otro partido”. No, ustedes decidieron que van a los penales. Y se quedan callados los kirchneristas cuando les digo esto. Dos preguntas: ¿qué opina usted de los análisis económicos del señor Kicillof?

Es un chico que no está bien de la cabeza. El análisis sobre Kicillof no es un análisis económico. ¿Por qué le digo esto? Porque en el siglo XXI, con la caída del muro, en el 89, y con un mundo globalizado, que comercia, que es amistoso, hasta los comunistas chinos firman acuerdos de libre comercio, la verdad que tener las ideas que tiene este chico no es un tema económico, es un tema de estar mal de la cabeza.

-La otra preguntaa es esta: se habló mucho del crecimiento de América Latina con lo que se denominó tasa china. Uno debe entender entonces que tanto Paraguay, como Uruguay, la mismísima Bolivia, Chile y también Brasil, de algún modo regularon su economía con esa diferencia que daban las tasa chinas. Ahora, todos esos países no están de ninguna manera en un proceso inflacionario poco menos que irrefrenable ni en una recesión, poco menos que angustiante, como estamos nosotros. ¿Qué es lo que pasó? Vuelvo a su reflexión: ¿será que somos nosotros entonces?

No le quepa la menor duda. Argentina alguna vez debería interpelarse de manera severa qué modelo tiene en la cabeza, para mí absolutamente trasnochados, que hace medio siglo que viene discutiendo una crisis cada 10 años. En promedio, en el último medio siglo hay una crisis cada 10: Rodrigazo a mediados del 75, la crisis del fin de la tablita a principios de los 80, la crisis de la hiperinflación a fines de los 80, a fines de 2001 la crisis de la convertibilidad. Y estamos haciendo siempre lo mismo. ¿Qué es lo que hacemos? Lo que hacemos es lo que yo he denominado, lo he escrito en la nación, lo que es populismo industrial. ¿Populismo industrial qué es? Cerrar la economía del comercio haciéndole creer a la gente que un producto importado es genocida porque le saca el trabajo a un argentino –lo cual es una verdadera estupidez-, el argentino promedio cree eso, nos cerramos al comercio. Ahora, ¿cómo hace usted para crecer si se cierra el comercio? La única manera es entrar en la otra estupidez, que es meta déficit fiscal financiado con deuda para poder tener una demanda caliente. A la larga la deuda aumenta tanto que usted tiene estallidos inflacionarios o default. Y así vivimos, hace medio siglo, dándonos la cabeza contra la pared cada 10 años. Sin duda somos nosotros.

-Dos cuestiones. Nosotros estamos trabajando con Esopo al revés, vamos con la cigarra y no con la hormiga. Sobre el 52 usted no estaba ni en pañales. El mecanismo de especulación terminó por hacer fracasar una economía nacida en el 43,/45. O sea que ahí también había una caída de década o un proceso de caída. ¿Pero no será entonces –hago esta reflexión- que de lo que me está usted hablando es del fracaso del peronismo como eje de la política argentina?

Yo no tengo la menor duda que el peronismo es lo peor que le ha podido pasar al país. Yo creo que es de las peores cosas que hay en la humanidad, porque fija el fascismo. Es una remora del fascismo el peronismo, adaptada a las costumbres rioplatenses. Ahora, quedarnos en el peronismo como problema es minimizar el problema. La Argentina se ha transformado, probablemente por tanto peronismo, en una Argentina populista. Todo el mundo piensa en términos populistas. ¿Qué es pensar en términos populistas, que es la causa de nuestra gran decadencia como nación? Es adorar a la líder, en lugar de la dictadura de las instituciones y de los contratos estamos en dictadura de señores feudales que desprecian al ciudadano, lo consideran un siervo de la gleba. ¿Por qué lo consideran un siervo? Porque lo exprimen de impuestos como un limón –hoy todo el que está en blanco está ahogado pagando impuestos-, y ¿qué le da el señor feudal?, nada. Si a uno lo matan por la calle como si fuera un bicho, después no tiene justicia, no tiene educación pública, la sanidad pública es un desastre. Y luego el populismo cierra con un rechazo a vincularse con el mundo, un rechazo al libre comercio. El líder populista rechaza la educación de su pueblo, porque necesita un pueblo ignorante para poder manejarlo con la panza y con los pies en lugar de la cabeza. Son las cosas que hay que cambiar, digamos. Habría que pensar así: el modelo que Argentina ha seguido en el último siglo, en articular en los últimos 50 años, es un modelo que hay que tirar a la basura, porque ha sido causal de una de las decadencias más estruendosas de la civilización en el último siglo. Argentina es de los países con mayor decadencia en el mundo en el último siglo. Éramos 10 a principio del siglo XX, hoy somos 135. Hemos perdido más de un puesto por año en promedio. En el año 98 nos comparaban con Brasil; hoy Brasil nos sacó 5 puestos y ya nos comparan con Colombia. Hasta Colombia nos está siguiendo con aliento en la nuca. Yo creo que hay que interpelarse, decir qué hemos hecho para hacer este desastre, este genocidio con Argentina, y dejar de vivir así; vivir del libre comercio, hacer énfasis en la educación; tener impuestos pagables y no este disparate de presión impositiva que funde a todo el mundo. Y de esa manera Argentina va a ser lo que tiene que ser. Terminemos incluso con la estupidez de Argentina es un gran país. Hace cien años que estamos hablando que Argentina puede ser una potencia. Hay que transformarla en potencia, peor hay que cambiare la cabeza, le diría. Lo hizo Chile, lo hizo Brasil, tímidamente lo ha hecho Uruguay. Perú también, Colombia. No sé por qué nosotros, en la última década, nos agarró el chip de imitar a países marginales del mundo como Venezuela. Porque no hay ningún hermano nuestro, limítrofe o no limítrofe, que por historia hace lo que hacemos nosotros. Fíjese que nadie hace esto, salvo Venezuela. Así que yo le diría que lo loco de Argentina es quiénes han hecho lo que han hecho en la última década, más que lo que hicieron los otros. Nosotros somos la excepción a la regla, y eso es lamentable, porque Argentina supo ser faro del mundo y Latinoamérica.

5 comentarios :

  1. Por suerte, quedan varias mentes lúcidas en este bendito país. Una preguntando y otra respondiendo. Excelente lo suyo Bigote...!

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  2. No hay margen para el optimismo. Cualquier intento de cambiar este estado de decadencia va a ser impedido por el corporativismo del PJ, utilizando por ejemplo y como ya lo hizo su brazo sindical o sus otros mecanismos. La única salida es Ezeiza

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