Por Raúl Bigote Acosta
Nota de opinión publicada en diario La Capital el día miércoles 17 de diciembre
Pongamos primero una definición. Hay un cambio fundamental. No es Rosario, es (con mayúsculas) Región Rosario. En la Región Rosario se están produciendo cambios inatajables.
Sigamos con la ubicación. La pregunta no es qué cambios, sino quién no quiere ver los cambios.
Si las mismas compañías proveen energía eléctrica, agua potable y gas corriente y no llega a toda la Región Rosario de igual modo hay una diferencia importante que se opone al equilibrio.
Cuando los intendentes o presidentes comunales se quejan de los delincuentes que asolan sus casas, como de los pavimentos chuecos y las rutas abandonadas, se trata de una desincronización entre cuánto se dice y lo que se hace desde Nación y provincia, pero estamos en el mismo barco, en la misma problemática: en la misma zona. La nuestra: Región Rosario.
Pongámonos crueles. Es el mismo delincuente y la misma droga, el mismo tema de prostitución e idéntico desamparo.
El diario que representa a la Región Rosario es este y de Rosario salen las señales que, por cable, llevan todas las imágenes que conquistan a los habitantes de la Región Rosario. Las radioemisoras lo mismo. Mensaje común.
La misma policía y una misma línea de transporte de pasajeros. Los mismos hospitales para todas las parturientas. Hay ciudades satélite sin salas de parto tecnificadas.
Los problemas —reproducidos en minicomarcas— traen soluciones parciales y parches, acaso promesas que se vuelven mentiras.
Todo cambia gradualmente, hasta que un día estallan las diferencias en las caras desprevenidas que preguntan: ¿qué pasó?
Concejales de muy diverso pasado, con éticas, estéticas y comportamientos sociales disímiles aparecen en una misma foto con quejas sobre la administración de la ciudad. En poco tiempo deberán asumir que no hay boleto urbano, ni taxi ni salud, mucho menos seguridad que no indique que es la Región Rosario la que padece la "entradera", el delito en sus variantes siglo XXI.
Volvamos a la confrontación: ¿de quién creen que es la seguridad de los muchísimos barrios semicerrados de la Región Rosario? Misma policía, mismísimo ladrón, maldito problema común.
Algunos voceros periodísticos autorizados sostuvieron las delicias conyugales de la ciudad, a la que alababan mostrándola diferente del país. Bastó que el gobierno nacional atacase políticamente con "narcosocialismo" para que la pelota pasase de campo. Es el país el que tiene droga. Con la misma lógica. Se inunda y se queda sin luz la Región Rosario. Mismo motochorro para Echesortu que Kentucky.
Cuando el único empresario privado de Transporte Urbano dice: "Me fundo", lo que debe verse es la región sin transporte, sin transporte de calidad, sin el Estado auditando el tema, sin controles al capital. Camino al barril sin fondo y el chantaje empresario/sindical. Gobernar es prever, anticipar, programar. Es la Región Rosario la que se mueve. Sin transporte no hay vida.
Cuando se discute el presupuesto hay cuestiones que van a la piecita del fondo. Igual porcentaje para Educación y Cultura es un pecado conceptual.
Cuando la administración define más del 100 de aumento en sus gabelas debe decir: "Todo lo recaudado se usará para…". Si lo sabe y no lo dice es pecado comunicacional, si no lo sabe es pecado conceptual. Ambas cuestiones están incluidas en el pantano presupuestario de una ciudad que tiene todas sus autoridades (Administración Central y Concejo Municipal) saliéndose de las amarras partidarias.
Cuando un precandidato que integra el partido de gobierno sostiene que la ciudad está detenida, que detuvo su crecimiento, hace un diagnóstico. ¿Qué barrios, qué relación con la policía y tribunales, que referencias turísticas y comerciales?; ¿Quién regula el "Estado de bienestar"? Allí están los empleados de comercio cambiando la ecuación de número de empleados por empresa, metros cuadrados, cajas registradoras, feriados, horas extras, Código de Comercio y leyes nacionales versus reglamentaciones locales, flujo de personas, hábitos de compra y lo más importante: titularidad del poder real. Transporte y comercio discuten el poder real. Como los malos policías y el poder narco discuten la seguridad con los buenos.
Asumamos: ¿qué cosas se detuvieron en la ciudad…? Se detuvo el destino: Región. Complacer a Santa Fe y CFK es un equilibrio difícil que trae daños colaterales que se vuelven centrales.
Algunos actores sociales locales creen que son de otros sitios. El descanso dominical en Victoria (Entre Ríos), en San Nicolás (Buenos Aires) y en Cruz Alta (Córdoba) es distinto. Como son distintas la policía, la Justicia, los impuestos y los códigos, también las asociaciones gremiales y los destinos. Los sitios mencionados integran corredores que tributan a "La Región". El verbo es articular. Un verbo ausente.
Basurales, escuelas, salud, río, servicios. Competencias y promesas. Trenes que tal vez sí, barcazas que ya no. Valor agregado lejano. Presupuestos mentirosos y escasos, deudas nacionales que nunca se pagarán o provinciales que no se programaron.
Desde 1983 a la fecha: Usandizaga, Cavallero, Binner, Lifschitz, Fein. No son tantos. Todos sumaron. Ya está. Llegamos al siglo XXI. Lo cantaba Bob Dylan: "Los tiempos están cambiando", ojalá podamos manejarlos.
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