Google+ Raúl Acosta: Despouy en La Mañana Entera

sábado, 14 de febrero de 2015

Despouy en La Mañana Entera



-Lo vimos en esa audiencia pública en la Legislatura. Nos pareció importante que todos ustedes concurriesen, Doctor.

La verdad que uno pudiese contribuir por lo menos esclarecer la sucesión de hechos y la posibilidad de comportarse de una manera que ayude a esclarecerlos y lograr que en el futuro las situaciones mejoren. Sería importante hacerlo. Digo esto porque hay tantos temas que se han juntado en los últimos días de una manera muy vertiginosa.
Está por ejemplo la circunstancia de que hoy ya hay varias causas, en el sentido de que está la causa AMIA, de que está la causa por el encubrimiento, a la cual se sumó ahora las investigaciones que Nisman tenía en sus manos, y está la muerte misma de Nisman. Con lo cual tenemos un escenario muy complejo jurídicamente. El fiscal que reemplaza a Nisman ha hecho suyos los argumentos y ha pedido que se abra una investigación; esa investigación va a llevar su tiempo, es algo que debe tener los adecuados canales de defensa, de las pruebas, no es algo que va a resolverse de una manera repentina. Esto va a requerir todo un proceso. La causa AMIA va a seguir, por su parte, en manos de Canicoba Corral. Y las investigaciones sobre la muerte de Nisman están también en fase de investigación, que esperemos que sea bastante rápida, porque esa sí requiere pruebas que se deben acumular en lo inmediato.

-Permítame una pregunta personal. Usted es un hombre que ha tenido posiciones muy claras sobre el rol del oficialismo en algunos hechos importantes. Las investigaciones de su equipo han sido fundamentales. ¿No tiene miedo?

Yo le diría que hoy se puede decir con claridad, a la luz de lo que las circunstancias están mostrando hoy, que he tenido dificultades. A veces más serias. Y evidentemente con toda la estructura de inteligencia, con las que el país se había dotado y esperemos que cambie, porque uno lo verificaba a eso de distinta maneras. Lo verificaba por llamados, a veces llegaba a haber amenazas, ha habido seguimientos, que eran elementos de presión. Saber que siempre los teléfonos están ocupados, que cuando uno ha ido a la casa de alguien al día siguiente otro la visitó y preguntó por uno. Es decir, formas a veces más evidentes que la presencia de alguien, de algún elemento, elemento humano de inteligencia, que está disconforme con lo que uno está haciendo. Peor le diría que esto es toda una historia, porque tuvo distintos momentos, y siempre me comporté pensando en que estas cuestiones había que asumirlas, enfrentarlas y que cualquier cambio que me hiciera en el comportamiento implicaría el inicio de una situación que cada vez se agravaría. Las personas que sienten a las presiones psicológicas o a las amenazas de los distintos agentes que representan intereses que uno está tocando, es el inicio, porque después se agrava y lamentablemente uno termina prácticamente comido por esos intereses. Hay que marcar siempre una intransigencia total, casi diríamos una terquedad, una actitud inflexible. Y yo creo que eso ayuda a defenderse, porque pone al otro en una situación tal en la que no se obtiene ningún resultado, ni siquiera leves. Cualquier resultado en sus presiones o amenazas lo alimentan a seguir adelante. Ha sido muy difícil. El país tuvo la posibilidad, la obligación, de cambiar los servicios de inteligencia. No lo hizo. Y mire usted en qué condiciones tenemos que empezar a cambiarlos: con la muerte de un fiscal que ha conmovido al mundo y de la cual todavía no tenemos explicación.

-La Auditoría General de la Nación, organismo donde está usted, tiene un rol de vigilancia. Algunas de estas cuestiones de las que se hace eco la investigación de Nisman, los trabajos por él presentados, ¿comparten ustedes información?

Mire, nosotros tenemos esta situación. Nosotros podríamos tener acceso a mucha información y de gran utilidad si se cumpliera el principio de que los fondos de la SIDE, todos los fondos de inteligencias, pueden ser auditados por la AGN. Esto es lo que, de alguna manera, se excluyó. La ley no nos incluyó. Y luego de los atentados el país se comprometió internacionalmente en depurar los servicios de inteligencia. Lo cual era permitirle a la AGN que examine los fondos, que los contabilice, pero que también vea su aplicación. Este compromiso nunca se cumplió. Por lo tanto, nunca nosotros pudimos tener acceso a esa información que nos permitiría, ahora, entregarla, seguramente con muchos elementos evaluativos y de criterios que no están, lamentablemente, en nuestras posibilidades ahora por la violación de ese compromiso internacional.

-Su análisis del hecho político con el que estamos llegando a mediados de febrero. ¿Cómo vamos a llegar a fines de febrero?


Esto ya ha causado tanta sensación y espectacularidad, que la decisión del fiscal que se proceda a investigación va a tener cierta vigencia, sobre todo simbólica. De ahí a que la investigación pueda tomar cuerpo y tener trascendencia o tener cierto avance, va a exigir tiempo. Y ahí tenemos que pensar que todos los derechos tiene que ser garantizados, la defensa, etcétera. Eso hay que darlo por sentado. Lo segundo es esta marcha, que está preparada por los fiscales. Y yo sobre eso quería decir, de manera categórica, los jueces y los fiscales tienen derecho de manifestación, de reunión y de expresión; no tienen limitantes, según las normas seccionales e internacionales, o sea, aquellas que hacen a las actividades que puedan influir en sus pronunciamientos concretos. Se podría entender que en este caso la muerte de un colega, que tampoco fue honrado con ningún gesto oficial, que ha sido más bien cuestionado y en muchos casos hasta injuriado, es explicable que ellos pretendan a través de una marcha silenciosa y pacífica que la gente tome conciencia del dolor y el duelo, y la conmoción que les ha provocado. Debemos de pensar que no solamente los fiscales, sino todos, porque la verdad que este es un hecho que no ha dejado perplejos acá en Argentina pero también en el exterior. Yo creo que el derecho está, lo van a ejercer. No sería bueno sobre ese hecho de tildarlo o enturbiarlo con consideraciones políticas. Es un derecho. Mire, yo he sido relator Naciones Unidas sobre Independencia a la justicia y me he ocupado mucho, en todo el mundo, y me he ocupado mucho de la situación de los jueces que son removidos por ejercer algunos de estos derechos –reunión, manifestación-. En caso de los jueces que destituyeron en Honduras, luego del golpe de Estado, está debatiéndose en este momento en la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Yo fui perito hace poco tiempo. Se da esta circunstancia: se los escucha como consecuencia de la participación de ellos en una manifestación contra el golpe de Estado. Yo tengo que la convicción de que va a ser un caso que la Corte va a condenar al Estado de Honduras, porque ese derecho existe y sobre todo es un derecho que se debe ejercer en momentos difíciles, es una suerte de derecho colectivo. De tal manera que aquí no hay un agravio con la manifestación, hay una expresión legítima del derecho de defensa.

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