Hay tres formas típicas de encarar el periodismo en televisión. Estas tres formas podrían redefinirse como "Mirtha Legrand", "Los noticieros mirando a cámara" y "el programa de paneles".
Los programas “Mirtha” tienen un Conductor Jefe y los invitados rodean, hacen de claque y/o de comparsa y las cuestiones están definidas de antemano. Pocas cosas pueden/deben sorprender a quien conduce que, si quiere, puede sorprender a sus invitados, pero no mucho. Televisión no es investigación sino show.
El programa de paneles tiene su más excelsa demostración en Intratables, dentro de un canal que, recordemos, a la mañana, a la siesta, a la tardecita, a la noche, y cerca de trasnoche, tiene un "programa de paneles". La diferencia está en la gestión más o menos liviana, más o menos del corazón, más o menos chismosa, más o menos política y más o menos transgresora en el último programa, porque es después de las 22. La variante, en todos los casos, es mezclar los programas Mirtha y los programa de paneles o interactuados.
En el programa de paneles el verdadero conductor es quien da las órdenes a los camarógrafos para los enfoques y marca el “tiempo” de los panelistas según y conforme mediciones, olfatos periodísticos y pautas publicitarias comprometidas.
El programa de Mirtha Legrand es un heredero de la prehistoria de la televisión y su formato es clásico: una persona que es dueña del sitio con invitados El formato del programa es tal que allí se llega consagrado, a conversar con quien acepta que la persona que está sentada como comensal es eso: un consagrado. Ese formato tiene un conductor que dice "ahora sí, ahora no" y ese conductor es sagrado. No hay programas “Mirtha” con ignotos. El éxito, una de sus medidas, es la invitación a este tipo de programas, por esa razón, muy evidente, no se participa del programa de Mirtha antes de la fama.
Otros programas son de corte informativo. Una persona mirando a cámara, puede tener un entrevistado o no, puede tener dos, puede tener un ayudante. El mundo lo reproduce. Aquí tuvo su consagración mayor con Bernardo Neustadt acompañado del monaguillo Mariano Grondona. Tiempo Nuevo hasta consagró un personaje ideal: Doña Rosa. Aún hoy se reproducen frases y, de hecho, el formato Neustad está vivo. Leuco y Majul, inclusive Lanata, sueñan con ése poder. Llenar una Plaza de Mayo con sólo pedirlo por televisión.
Finalmente aparece el programa que se corresponde con el siglo XXI. Un panel donde, NECESARIAMENTE, se cumplen roles enfrentados; está el bueno, el malo, el desgraciado, el advenedizo, el humilde, el orgulloso. Perfiles clásicos. Un productor detrás de cámara observa todo y va provocando, con la categoría que tienen los productores, el enfrentamiento entre cada uno de estos roles. Hasta los invitados se eligen buscando un balance. Son roles perfectamente definidos. Tuvo su consagración final, el 25 de noviembre de 2015, con las elecciones. Allí le ganó este formato, cuyo mejor ejemplo es Intratables, a "6, 7, 8". Hay una definición muy clara en el por qué uno triunfa sobre el otro. Tuits versus relato con cámara fija. A 678 se lo podía “oir”, esto es, sentarse de espaldas al televisor. Ganó el tuit.
El único antecedente, definitivamente triunfador, fue "Polémica en el fútbol " de Apo y Fontanarrosa. También era un programa con paneles, solo que dramatizado como "tribuna ". Aquel Apo, tipógrafo de Atlántida, padre del muchacho que deambula por los distintos canales y los diferentes programas sin encontrar el rol que le asignara Víctor Hugo Morales, decidor de cualquier cosa mientras el conductor único (VHM) respiraba. El programa Polémica en el fútbol puede decirse que, en Argentina, definió un formato que se quedó para siempre. Cambia el lugar de la tribuna y la forma de interactuar, pero básicamente es el mismo proyecto. La escenografía se reformula, nada mas. Carlos Fontanarrosa re inventó El Gráfico e inventó “Gente y la actualidad”. A él se debe la consagración de Polémica.
El esquema del panel de 6, 7, 8 era "todos estamos de acuerdo" y no "todos estamos en diferencia", y el sistema de los informes editados, para que sean tema de discusión del panel duraban cuatro, cinco minutos, y los entrevistados y panelistas debian decir si les gustó o no les gustó, es bueno, es malo, viva la patria, viva Cristina. En el formato de Intratables, los informes duran cuarenta segundos y hay cinco minutos (al revés) para que todos discutan y se pongan en desacuerdo.
¿Cuál es el trasfondo más grueso de esta cuestión? Con Mirtha Legrand había que escuchar la conversación entera. Con los programas de entrevistados, parejas, reportajes, había / hay que fumárselos con su discurso. Es el pacto. En Intratables el esquema es de 140 caracteres. El que no dice un buen título pierde su oportunidad. Hay que decir un buen título y estar despierto.
¿Sirve para algo eso? ¡Sí! ¡Claro que sirve! Porque esta es la cuestión. Mirtha Legrand, el modo tradicional de reportajes, e Intratables, los 3 actúan sobre una situación de la política Argentina hoy. La situación que definen es esta: no hay un partido político, no hay una trayectoria política, y si les hubiera, no alcanza para formular un candidato que no cruce este múltiple Rubicón.
El candidato debe ser necesariamente mediático y, en el mediático de televisión, el discurso largo no alcanza, el discurso con ida y vuelta, con una señora que pregunta lo que se le ocurre no alcanza y es necesario, en 140 caracteres, en un título, explicar todo para que lo voten y/o lo quieran ya, ya mismo.
Estamos en este punto. Un programa de inmediatez y velocidad para candidatos intercambiables, reprogramables. En sustancia dependientes del juego. La primera gran fábrica de salidas laborales la conforman los entrenadores (le dicen coach y a lo que hacen lo confirman como un invento sajón ”coaching”) porque no es sencillo respirar profundamente y, ante la distracción o el respingo del otro, meter una frase de no mas de 140 caracteres que sirva al zócalo del programa y los titulares del resumen que le sigue y, si es muy, pero muy bueno, encontrarlo repetido en los noticieros de cierre y los diarios de papel y los portales que forman parte del equipo de gobierno, perdón, del equipo del MdeC que sostiene, comercialmente, el programa y el canal. Nota: usted debe saber que se vende el zócalo, la repetición del zócalo, la abrumadora denuncia telegrafiada que aparece en el zócalo. En suma: el mensaje, como quiere el tío Mc Luhan, esta en el zócalo. La facturación también.
De eso se trata. De que lo quieran y que lo voten. Todos aceptan que los quieran y los voten según la imagen que tienen en televisión. En programas similares al que fue cabeza o estrella: Intratables. Los asesores de los políticos, de los mandatarios, los aspirantes a políticos y / o aspirantes a mandatarios concuerdan en que es necesario participar de estos programas. De todos. Porque cada uno es como un súper-acto que uno no paga o, si lo paga, paga una vez un acto que se difunde en una inmensa proporción de televidentes, claramente superiores a la que pueden particpar en un acto propio. Esto... ¿qué resultado tiene para la administración pública?
El primer resultado que tiene esto para la administración pública es que, claramente, no se juzga más el manejo de la cosa pública por los hechos, sino por lo que de esos hechos se conversa en televisión. Inundación, contrabando, ríos, narcotraficantes, empresarios y/o viajeros. Lo que sea.
Pregunta: de que modo se aspira a un cargo, respuesta: se consigue participando mediáticamente. No hay sedes partidarias. Hay sets. Aprobado o reprobado mediáticamente. Por debajo va la justicia, por debajo va el voto, pero cada vez es más visible que la justicia y el voto... también se consiguen en un estudio de televisión.
Citemos a Roland Barthes. Qé cosas deben hacerse para construir una “verdad” Lo verosímil (o inverosímil) en MdeC, dice Barthes, es cuanto se crea siguiendo patrones conocidos. El patrón desconocido siempre será inverosímil. Nunca votamos a lo desconocido. Ni lo juzgamos, claro está. MM lo sabe. Nosotros también. Hagamos conocido a quien quiere ser candidato. Mas rápido, hagamos candidato a alguien conocido. Eso es todo.
No hay comentarios. :
Publicar un comentario