Google+ Raúl Acosta: Estrellas #UnaDeSalUnaDeArena

domingo, 5 de febrero de 2017

Estrellas #UnaDeSalUnaDeArena



Publicado en el diario La Capital, 5 de febrero de 2017

Domingo 5 de febrero. Junto al mar. Este lunes se entregan los premios “Estrella de mar”.  Conocí hace años un personaje con un empuje fenomenal y enamorado de Mar del Plata. Luis Martínez Teco. Licenciado Martínez Teco. Lucho. Turismo y Cultura era cercanos para Lucho y sugirió, promovió, empujó y finalmente inventó los “Estrellas de Mar”.

Desde aquellos años (década del ’70) entendí que los premios promocionales sirven al ego, a la difusión, a la sobrevida de los nombres y, finalmente, son  buenas acciones para una cofradía que se alimenta del amor, del “te quiero” y del mimo. “Los artistas… esos equilibristas…”

La ciudad de Mar del Plata ha tenido, con estos premios, la constancia, la continuidad y, por tanto, con los años, el reconocimiento nacional. Se sabe de que se trata.

En aquel, el primero y a las apuradas y este, el actual, con la controversia política como obstáculo, la simpleza y la transparencia acompañaron. Doy fe. En ambos estuve.

El distintivo: la estrella de mar. Con los años distintas técnicas y una identificación. Como en Rosario puede ser El Monumento y en Buenos Aires debería ser El Obelisco. Y participar el Estado, no sólo entusiastas que vieron un negocio. Mar del Plata arriesgó mas. El premio es oficial.

Enojados por pagos atrasados y/o contratos no resueltos algunos actores marplatenses intentaron boicotear los premios. No querían que se hiciesen. Nuevamente doy fe: “ojalá fracasen, es una cagada, yo me voy…” En la primera reunión de los jurados una señora vino, dijo eso y pidió: “vamos, chicos, vámonos…” Hubo un silencio, algunos se fueron, otros no. Era una mujer de la cultura. Pensé en La Patagonia Rebelde.

Pancartas, pintadas, comunicados y el tema fue el eje diario y único de la cultura y la contra cultura marplatense. Vestido de lejanía entendí a los rebeldes y también a quienes dijeron “el premio no es de este gobierno, es de la ciudad, quitar continuidad es certificar que una gestión es mas importante que toda una historia, los premios son historia de la ciudad”… y se quedaron. Duplicaron el esfuerzo.

En el plano nacional el esfuerzo empresarial, periodístico y publicitario, insisto: “periodístico / publicitario” apostó a quienes pagaban la apuesta: Carlos Paz. No hay comparación, pero el juego se dio.

No se puede negar que todo lo que frene la solidez de la Gobernación de Buenos Aires es bienvenido y este intendente no ataja todos los penales. A veces ni ataja. En octubre de 2017 Macri apuesta todo y se puede pensar que matar MDQ, después la Vidal y finalmente PRO Cambiemos es una apuesta grande. Económicamente muy grande. ¿Se entiende?
En la película La Patagonia, en una asamblea, alguien mociona quemar  los galpones y otro, con mas visión, sostiene que quemarlos es quemar la fuente de trabajo. Pensé tanto en esa asamblea. En esa escena. Hay un teatro Soriano en MDQ.

Finalmente se borraron 15 obras de las que estaban anotadas. Quince. Se entregaron, en el Teatro Municipal Colon 170 nominaciones para 40 rubros. El rubro 41 es un premio Argentores que tiene otro jurado (de Argentores) Sobre 220 obras que quedaron en competencia , con un promedio de cuatro actores por obra y dos en producción hay 1.200 personas enamoradas de la actuación, la trascendencia, el mensaje que unos activistas, enojados con la coyuntura, querían dejar ciegos de esperanza, vacíos de mimo.

Arroyo se llama el Intendente. Estoy seguro que no le quitarían el sueño ni mejorarían su carácter. Quedaría un punto oscuro que a nadie serviría. Los que laburan merecen el sueldo. Claro. Arroyo, págales, mi viejo. Págales. No es mucha plata. Nada que decir.

En el 1959 participé, juvenil, ejem, en las “Historias para ser contadas”, de Osvaldo Dragún. Recuerdo los versos finales. Cito de memoria. “Y si algunos de ustedes, padres nuestros, tiene una risa que deba ser reída y una lágrima que deba ser llorada que se acerque, al final de la jornada, a nosotros actores, cantores, llorones, reidores, cazadores de estrellas. Su historia contaremos allá, en lejanas plazas, para pocos o muchos, no importa. Lo importante es contarla. Su pequeña historia acribillada será, así, otra historia para ser contada”.
Siempre creí que Dragún tenía razón culturalmente hay una historia. Lo importante es contarla. Para eso los “Estrella de mar”.

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