Google+ Raúl Acosta: La paritaria peronista

domingo, 5 de marzo de 2017

La paritaria peronista

El peronismo en la provincia de Santa Fe debería llamar a paritarias, después acatar una conciliación obligatoria, finalmente respetar las decisiones. Nada de esto sucederá, pero que lindo si fuese posible.

Advertencia. Vamos a usar en exceso la palabra territorio. No hay otra forma de entender este fenómeno provincial. El radicalismo, como el peronismo, tienen “extensión”, están extendidos en el territorio. El socialismo, los escaso “lilitos” y los poquísimo PRO Cambiemos originales aún remiten a los partidos de masa. Santa Fe fue, electoralmente, un “30 mas 30 mas 30”en el 2015. En este caso miramos los intestinos peronistas.

Algo ha sucedido al interior del frente que gobierna la provincia, eso que ha sucedido se llama Mauricio. En el “inside” del FPCyS hay una fractura ideológica que solo el ejercicio del mando provincial y la tibieza que brinda disimulan, pero no totalmente. No pueden escaparse de la tentación del poder y del poder concentrado que ejerce MM.
Es el mejor momento del peronismo, después que Obeid lo dejara a la intemperie.  Hoy se advierte, hacia el interior profundo del territorio, un aliento peronista con frenos que una paritaria resolvería. Los votos del Midachi fueron, en mucha proporción, votos peronistas que se fueron

El  PRO Cambiemos no tiene delegados claros, con arrastre propio, y será la lista que “el Mauri” decida tal vez con la misma irritante soberbia de los “camporitos.

Alejandro Grandinetti es un Diputado Nacional peronista sin raíces territoriales. Depende de sus jefes: Sergio Massa y Graciela Camaño. Ninguno de los tres tiene conocimiento territorial. Entre el peronismo mediático y el interior de una provincia hay diferencias que no soluciona un programa de tele. O dos. Una duda: ¿podrá un peronismo  mediático resolver cuestiones territoriales?

En esta elección las concejalías aportan una mirada territorial que no puede desdeñarse. La boleta única santafesina es un juego difícil de entender si no se posee espaldas en el barrio, el pueblo, la ciudad, el departamento.

Omar Perotti es un frío actor de su carrera política. Eso no es pecado. Es índole. Es el Senador Nacional por Santa Fe quien podría resolver el 2017. Tiene mando hasta el 2023 y quiere ser gobernador en el 2019 sin pisar el barro de las internas. Es su cálculo, el mismo que le hizo votar, cuando fue diputado nacional, todas las  cuestiones que decidió CFK. Ese cálculo lo hace callar sobre el vendaval partidario y no ser parte de la reconstrucción, porque está claro que al peronismo hay que reconstruirlo. En su pecho Perotti piensa que lo votarán sin estructuras, se considera un candidato “in pectoris”.

Agustín Rossi, si la jefa que lo maltrató y lo tiró al olvido después de usarlo le da la bendición, tiene votos. Su jefa no ha bajado del 25% en la provincia. Rosario es muy proclive al kirchnerismo y él, si ella lo bendice, retendría un alto porcentaje de esos votos. Fuera del Kirchnerismo su vuelo es menor. Ahí está el asunto. Debe salvar valiosa tropa peronista en Rosario.
  
El peronismo tiene, hoy, en el sur, a Luis Rubeo y Alejandra Vucasovich en veredas diferentes, pero provenientes del ancho río peronista. Construyeron y construyen en/con el trato territorial.

Marcos Cleri, sin la simpatía mediática de Grandinetti, depende de esa crianza virulenta del camporismo tardío. Poco kilometraje en el territorio.
  
Hay, en el territorio, un grupo de poder real. Los senadores departamentales. Tienen información pormenorizada y trato permanente. Cada uno de ellos depende de los votos (en su territorio). En el 2017 no juegan su cargo y, tal vez por eso, puedan apostar a una creación colectiva. A una paritaria. A un ejercicio de conciliación, no de rejunte. Si 11 sobre 19 no es un número poderoso será necesario revisar las sumas y restas políticas y / o matemáticas.
  
“La contradicción de Agustín Rossi” es título para una buena tesis: no hay mejor reaseguro de la partición de los votos perucas que su legítimo derecho a  ser candidato y, seguro, seguro, diputado nacional. 

Menú para marzo. Qué nombres y de qué sector que sume y no que reste o divida. Perotti debería cabalgar para todos. No es Rossi quien cierre heridas, por el contrario.

El padrón femenino debe ser revalorado, jerarquizado, considerado en paridad de pensamiento. Mujeres peronistas protagonistas.

Los senadores departamentales deberían ponerse los pantalones largos. Ciudades como Rosario y Santa Fe están muy descuidadas.

Hay un solo condicionamiento: el peronismo necesita alguien que hable de unión, no que pelee. Una paritaria de “love and peace”. Eso piden los focus group. Nadie le hace caso.

No hay comentarios. :

Publicar un comentario