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domingo, 19 de marzo de 2017

Revisando el pasado

Publicado en diario "La Calle", de Concepción del Uruguay,  19 de marzo de 2017

Revisando el pasado

Revisar no es mas que volver a visar. Mirar nuevamente. Hace algunos años esto fue escrito y sostiene retazos del presente porque es necesario que se insista: no venimos de otro sitio que de nuestro pasado y no comprometemos otra cosa que el porvenir con cada uno de nuestros actos.

“América latina es el reservorio natural del planeta, a nadie se le escapa que la única fuente inagotable de alimentos es la tierra y el mar. El mar es todavía costoso, la tierra tiene amplias zonas de difícil acceso donde los tecnócratas no han fijado todavía sus ojos, mejor así. Nuestra América deberá entenderlo bien, porque en el año 2000 servirá para que nos encontremos unidos defendiendo nuestra independencia o dominados por los dueños de la tecnología... y la armas...(Juan Domingo Perón)

Hay una América Latina de la primera mitad del Siglo XX. Ese es un sitio original. Conviene recordar la mas importante carta de Getulio: “Una vez más las fuerzas que los intereses contra el pueblo coordinaron, se desencadenaron sobre mí. No me acusan, me insultan; no me combaten, me calumnian; no me dan derecho a la defensa. Necesitan sofocar mi voz e impedir mi acción, para que no siga defendiendo, como siempre he defendido a mi pueblo, y principalmente a los humildes. Sigo el destino que me es impuesto. Después de decenios de dominio y explotación de los grupos económicos y financieros, fui jefe de una revolución y triunfé.

“A la campaña subterránea de los grupos internacionales se juntó la de los grupos nacionales rebelados contra el régimen de garantía de trabajo. La ley de lucros extraordinarios ha sido detenida por el Congreso. La revisión del salario mínimo, ha desencadenado el odio contra mí. Hice crear la libertad nacional de potencialidad de nuestras riquezas a través de Petrobrás (Petróleos de Brasil) y fue entorpecida hasta la desesperación. NO quieren que el trabajador sea libre...” Ganancias de empresas extranjeras del 500 por ciento anuales; fraudes comprobados de 100 millones de dólares en iguales períodos; la presión ante la valorización del precio del café... “ Os di mi vida y ahora ofrezco mi muerte... “

Esta carta fue escrita por Getulio Vargas, momentos antes de quitarse la vida; su destinatario, el pueblo de Brasil.
La terrible campaña desatada contra Vargas -comparable a la sufrida , mucho tiempo después por Allende en Chile- provocó este desenlace. Asesinatos y violencia desenfrenada, campañas psicológicas y todo tipo de ardides políticos pusieron al gobierno en un callejón sin salida. El pico máximo se produce cuando logran confundir a la opinión pública con la “inminente renuncia del presidente”. Se habla de “gobierno de coalición”, incluso el vicepresidente Café le lleva a su residencia la propuesta de una salida política para sortear la crisis. Vargas la rechaza, mantiene su posición intransigente de no dejarse doblegar por el enemigo.

Ante el peligro de una guerra civil, en la madrugada del 24 de agosto de 1954, luego de una reunión con los ministros, accedió a alejarse del gobierno.
A las 9.35 acabó con su vida, pero no con sus ideas: “No quieren que el trabajador sea libre.”

Otro caudillo, otro destino. El país con el que inevitablemente debemos estar aliados tuvo, para su caudillo mas importante, otro destino. Helio Jaguaribe, jovencito del “varguismo”, escribió que…”Argentina está condenada al éxito, en unión con la otra potencia de América Latina: Brasil” Duhalde, impenitente lector, la hizo suya

Nuestro espejo es ese. No debemos esquivarlo. No hubo, en la historia del siglo XX, otra historia de caudillo, paternalismo, amor, memoria popular  comparable a la de Getulio. No hubo otra igual. Hay, si, una superior.

Los chopos desojados cierran el paisaje. Enfrente hay un terreno sin construcción. El general vivió en España desde 1962, en la soberbia casa quinta “17 de Octubre”, que se hizo construir en el aristocrático barrio madrileño de Puerta de Hierro, calle Naval Manzano 57.

Una verdadera “meca” de los peronistas fue, desde 1962, ese arrabal madrileño, que, en determinadas ocasiones llegó a convertirse casi en una “segunda capital” de la Argentina. Desde allí dirigió Perón la estrategia y la táctica de su movimiento en las difíciles circunstancias que se dieron en la Argentina durante 1962 y 1963. Ensayó también, por primera vez, el liderazgo “por ausencia” sobre sus seguidores. Es decir, permitió la formación de enemigos entre sí. No podía decir que si y que no a 12.000 kilómetros. Todos fueron sus hijos en la lejanía. Táctica y estrategia.

No entregaba sus votos y el voto valía (y vale) Resultó entonces que el “voto en blanco” se redujo sustancialmente solo en una  elección importantes: la de senador por la Capital Federal que ganó Alfredo Palacios en 1961, en las generales del 7 de julio de 1963, que consagraron para las dos primeras magistraturas a la fórmula Arturo Illia - Carlos Perette de la UCRP,  los votos dieron el triunfo con el 23% de los votos.
  
El clamor por retorno del líder, después del cambio de seis presidentes (incluidos Perón e Illia) entre 1955 y 1963 iba creciendo en nuestro país y la masa peronista se afirmaba cada vez más como fuerza política.

Perón intentó, efectivamente, regresar físicamente. Perón intentó, efectivamente, regresar a su patria el 2 de diciembre de 1964, en un episodio que nunca fue debidamente aclarado. En una medida sin precedentes en la historia del derecho internacional, la dictadura del mariscal Humberto Castello Branco detuvo en Río de Janeiro al avión que lo traía desde Madrid, obligándolo lisa y llanamente a volverse a España. La escandalosa actitud brasileña, para la que no existe explicación atinada, dio lugar a las más encontradas conjeturas.

Se habló de un acuerdo entre nuestro gobierno de entonces, radical, y el de Brasilia; también de un pedido de nuestras Fuerzas Armadas -por encima o al margen del gobierno civil- a las autoridades del vecino país; los más suspicaces (y lo acotamos porque el periodismo no puede desechar versión alguna) sospecharon una tramoya pactada entre Perón y Catello Branco, para “demostrar” que el retorno de aquel era imposible. La medida arbitraria existió.

El Conductor pareció resignarse a su suerte y estableció definitivamente en Madrid su “cuartel general”. Mientras, en la Argentina su movimiento amenazaba desmembrarse. La fórmula del “peronismo sin Perón” tentó a dirigentes intermedios del justicialismo, tanto del sector “político” como del “gremial” (el antagonismo más tajante dentro del peronismo, desde siempre).

Apareció asimismo una “extrema izquierda” peronista inspirada en el equivocado modelo cubano de guerrillas que, suponían, era exportable. En 1965 logró que su tercera esposa, Isabel Martínez, obtuviera permiso de entrada en la Argentina. Su presencia aquí, en momentos en que se realizaban elecciones de gobernadores en varias provincias claves, sirvió para otorgar mayor peso a unas fracciones del peronismo en detrimento de otras, con lo que demostró que el ex presidente seguía ejerciendo influencia cierta sobre sus seguidores. Pero, en cambio, no logró que se superara ese mismo fraccionamiento del justicialismo. En los años posteriores, el fraccionamiento derivó en una verdadera “atomización”; su retorno recompuso filas, años después.

Con su muerte, Juan Domingo Perón entró definitivamente en el dominio de los historiadores y los estudiosos de la sociología; en cambio, no se convierte en mito, porque ya era una figura mítica en vida. Solamente, por el “mito de Perón” pueden explicarse los avatares políticos dados en la Argentina en los últimos años, especialmente en el seno de la clase trabajadora y de la juventud estudiantil.

En efecto, uno de los fenómenos políticos más notables de la década de 1970 fue la “peronización” del estudiantado universitario, un reducto en el cual, como quedó dicho, el peronismo jamás pudo echar bases mientras estuvo en el gobierno. Simultáneamente, se afianzaba la hegemonía peronista en la CGT. El anciano líder parecía, no sólo no haber perdido arraigo, sino haber aumentado su capital político durante el exilio.

Profundizando el análisis, sin embargo, resulta evidente que la influencia de Perón sobre la masa peronista fue de orden mítico. Su figura se había convertido en bandera y en símbolo, bajo cuya advocación se colocaban jóvenes terroristas de extrema derecha junto a sindicales combativos y/o contemporizadores, guerrilleros de extrema izquierda, políticos electoralistas, demócratas tibios, gremialistas de izquierda, e ideólogos de una doctrina que bien calificada sería “nacional”.
  
Los chopos, frente a la residencia de Puerta de Hierro (4° más tibio que Madrid), vieron pasar a todos. El general, con los años, tornose más zorro, más sabio; si se me permite: “más viejo Vizcacha”.
  
Hoy son veteranísimos aquellos dirigentes del ’70, que .fue la época mas enfática ¿Puede tratarse del final? Decir que la muerte de Perón concluyó con su historia siempre fue una ilusión de muchos argentinos. Nadie que encare el tema seriamente atina a esbozar este pensamiento. Hoy, marzo del 2017  no es ocurrente pensarlo, aún cuando muchos lo desean.


Perón, luego de mayo de 1968 en Europa, precisamente en París y Nanterre, Francia, declaraba: “América latina es el reservorio natural del planeta, a nadie se le escapa que la única fuente inagotable de alimentos es la tierra y el mar. El mar es todavía costoso, la tierra tiene amplias zonas de difícil acceso donde los tecnócratas no han fijado todavía sus ojos, mejor así. Nuestra América deberá entenderlo bien, porque en el año 2000 servirá para que nos encontremos unidos defendiendo nuestra independencia o dominados por los dueños de la tecnología... y la armas... ” (Méjico, fondo de cultura, cuadernos de Latinoamérica, 1972)  . Avisamos, sucedieron ambas cosas. Tecnología. Armas.

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