Google+ Raúl Acosta: Hay varias Malvinas

lunes, 3 de abril de 2017

Hay varias Malvinas

Publicado en el diario "El Litoral", el 3 de abril de 2017


Hay un monumento recordatorio en el Parque Nacional a la Bandera, en Rosario. Están los nombres de los héroes. Una pintada de muchachos de otro país, años atrás, motivó la detención (momentánea) de los irrespetuosos y poco mas. Digo, la noticia periodística era ésa detención, de ningún modo el ataque a las placas y mármoles recordatorios.

En las jornadas de frío, por las calles rosarigasinas, hacia la madrugada y en el amanecer, una “cocina de campaña”, de esas viejas cocinas militares, pintada de verde (como corresponde, de verde militar) ayuda a los sin techo, que ahora suelen llamar de otro modo. Es de los sobrevivientes de Malvinas. Héroes. Se estaciona en algún sitio iluminado por los focos municipales . Pocos ayudan a los que ayudan. Suelen pedir dineros para volver mas nutritivo el plato de sopa y no lo consiguen siempre. Hay muchos que viven en la calle. Ellos cumplen ayudándolos. Son necesarios. En el frío del invierno y del olvido muy necesarios.
  
Antes eran invitados a que, con uniforme, los Héroes de Malvinas estuviesen en el izamiento de la bandera, frente al Monumento en muchas ocasiones. Ahora solo en su fecha. Perdón, ¿ cuál es “LA” fecha? Al parecer el 2 de abril.

Tenemos equívocos con los héroes porque…¿son héroes?. Dime como te tratan y te diré quien eres… así se puede resolver esta inquisición, parafraseando eso, la “paráfrasis” de la santafesina Martínez Suárez, por buen nombre Legrand. Nuestra Mirtha. Ella si  debe / tiene que saber qué fue Malvinas.

Escribíamos en el cuaderno:”Las Malvinas son Argentinas”. Hay una forma de estar vivo que alude a la memoria. José Hernández dice lo suyo: “porque saber olvidar también es tener memoria”. Atahualpa Yupanqui insiste: “…lo fue topando al olvido… y el olvido lo tapó”… .

Es insistente el asunto que indica la sobrevida como la violencia contra el olvido. Pero nada se dice (todo es impotencia) cuando se pretende el recuerdo, la memoria, la presencia de algo que no existe porque ¿qué memoria sostiene, sobre Malvinas, el cerebro de los “Millenials”? De los que, nacidos sobre 1980, dependen para conocer el tema “Malvinas” del informe de padres, maestros, escuela, sus planes de estudio, los monumentos, grupos familiares, el barrio, la ciudad se insiste: ¿dónde cargan emociones para encontrarlas en su memoria y que podamos reprocharles el olvido o la mirada diferente, escéptica, aburrida de tanto lloriqueo y lejanía?

Malvinas es trozos de una épica culposa, de muertos vivos, de suicidios. De historias individuales, de la maldita elección de quienes irían por parte de oficiales infatuados y entorchados, de la orgullosa sobrevida de quienes entienden la patria de un modo corpóreo, dentro del pecho.

Julia Prilutzki Farny, aquella amiga de Eva Duarte sostenía que donde se desea vivir, poner los pies en el barro y tener un hijo está la patria. Mejor dicho: “Se nace en cualquier parte. Es el misterio,-es el primer misterio inapelable- pero se ama a una tierra como propia y se quiere volver a sus entrañas. Allí donde partir es imposible, donde permanecer es necesario, donde el barro es mas fuerte que el deseo
de seguir caminando, donde las manos caen bruscamente y estar arrodillado es el descanso, donde se mira al cielo con soberbia
desesperada y áspera, donde nunca se está del todo solo,
donde cualquier umbral es la morada. Donde se quiere arar. Y dar un hijo. Y se quiere morir, está la patria”.


Caben preguntas ante esta imprescindible violencia contra el olvido, esa hermosa pasión que desvirtuara un general dipsómano, que convirtiera en fiasco, en anhelos personales, desvaríos de un temulento a quien sus pares permitieron que decidiese sobre el alma nacional.

Es debido a Leopoldo Fortunato Galtieri que Malvinas tiene una fisura. Es una callecita, un barrio de morondanga, unos viejos héroes que no olvidan y dan abrigo en la mitad del frío, placas con nombres que quitan o tachan en cualquier madrugada  con descuidos y una queja que no podemos hacer. Mezcló mal las cosas.

Gustavo Terés y sus muchachos de la Amsafé mas violentamente revolucionaria, la del Departamento Rosario qué enseña, pregunta, ¿qué enseña de Malvinas a los pibes que en el siglo XXI van a una escuela sin aulas, con hambre, violencia callejera y en la cuadra del aula cuchillazos? Qué enseña en mitad de sus reclamos para voltear a un gobierno y planes donde los DDHH son los de Hebe y sus muchachos…

Hay varias Malvinas y, al parecer de los que enseñan, todas en el pasado. Suena fácil. Malvinas es una gesta de sacrificios por una llama en el pecho: la Patria. No es una propuesta a votar en ninguna asamblea. No conviene enseñar la noción de Patria, que tiene mas deberes que reclamos. No conviene enseñar.

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