Google+ Raúl Acosta: Más claro que el agua

sábado, 1 de marzo de 2014

Más claro que el agua

Nelson Castro en La Mañana Entera




-Doctor, estamos en 1º de marzo y han sucedió tantas cosas en enero y febrero, que uno cree que el almanaque le hace bromas y ya han pasado 10 meses del año.

En general en otros países en el verano es, desde el punto de vista de las novedades políticas, sociales y económicas, más tranquilo. En Argentina es todo al revés. No es el primer verano que hemos tenido tan movido. Uno quisiera que fuera el último. Qué se yo, no sé.


-Dos cuestiones.Una: este sinceramiento de la inflación –bueno, semi sinceramiento- que termina con aquella locura del 0,3 o el 0,4, anuncia o da la primera medida de un año bastante movido en ese tema. ¿Seguiremos con la crueldad de la inflación? Como decía Perón, el ascensor y la escalera, y los sueldos y las paritarias, que son el eje de marzo.

Siempre es así. Cuando vos tenés un proceso inflacionario los precios van por el ascensor y los salarios por la escalera. Pero esto es así siempre. El problema es que el gobierno, dado el primer paso, es como que el médico te dice ‘usted tiene tal cosa’, lo cual es bueno, ahora hagamos algo. Porque si el médico te dice ‘tiene tal cosa’ y sigue todo igual, vos decís ‘doctor, yo vine para que usted me diga no solamente qué es lo que tengo, que es importante, sino para que haga algo para solucionarme el problema’. Y el asunto es que el gobierno no hace nada para solucionar el problema, porque el gobierno minimiza inclusive esto del sinceramiento. A mí me dio mucha gracia –gracia entre comillas- cuando vi la alegría con que se recibió esto del 3,7 de inflación, que es un disparate. Cómo, si nadie puede estar alegre porque hay 3,7 de inflación en el país. Esto es lo que le está faltando al gobierno. Y obviamente por eso está la cosa tan complicada, porque efectivamente arreglar esto implica un ajuste mayor al que la realidad ya ha producido.

-Cada vez que charlo con actores políticos les pido dos cosas. Una que levanten la mano y juren que van a perseguir la corrupción y la corrupción estructural hasta las últimas consecuencias y que no hay ni olvido ni perdón. Pero me parece que los políticos que vienen del siglo XX, se han encontrado en el siglo XXI con dos o tres elementos que aparecieron en superficie y no se nos van a ir tan fácilmente. Uno de ellos es el narcotráfico y los dineros del narcotráfico, y el otro es el miedo urbano. Y sabemos que miedo es eso inconfesable, a veces puede ser ficticio, pero es una sensación durísima. Yo creo que la sociedad y los urbanos estamos presos de eso, que no se puede explicar muy bien, que es el miedo urbano. Ya no hay sitio o guarida segura. Los políticos nos están debiendo esto.

Absolutamente. La política está en deuda con la sociedad argentina. Esto es una cosa clara. Es uno, yo diría, de los resultados que quedan de 30 años de democracia. Los políticos están en deuda con la sociedad argentina en muchísimas cosas. Y todos, efectivamente está muy bien en marcar a todos porque más allá de que han tenido responsabilidades no todos han tenido las mismas responsabilidades. Están en deuda, porque no han terminado de comprender fundamentalmente un hecho clave: si la política no establece políticas de consenso se generan agujeros, se generan grietas en la estructura social por las cuales se cuela el narcotráfico, el delito, y esto es lo que estamos viviendo. Y frente a esto vos necesitás primero reconocer cuál ha sido la causa. La causa es que es una Argentina involutiva, frente a esto con debilidad de las instituciones, con el concepto de que la ley puede aplicarse para cualquier lado no importa lo que diga. Todo pesa. Y cuando un país tiene laxitud, los que medran con esto son los malos. Así ha ocurrido a lo largo de toda la historia.

-Doctor, para lo que es cultura pero puede terminar siendo locura colectiva, la línea sucesoria es la señora Cristina, el señor Boudou y el señor Zamora. Pero me parece que no es seria Argentina de este modo.

No, por supuesto. Ahí tuvo que operar el radicalismo. Poco probable que ha Boudou -Boudou la va a pasar muy mal judicialmente después que se a vicepresidente-, es poco probable que hay una situación que lo lleve a renunciar. Yo creo que el proceso judicial lo va a llevar a una imputación, una imputación después generará algún tipo de procesamiento, el procesamiento deberá quedar confirmado por la Cámara. Para ser ecuánime, Macri está procesado con un procesamiento firme por parte de la Cámara y ha seguido en funciones, cosa que yo he criticado. Yo no creo que la situación lleve a que Boudou, judicialmente, sea forzado a dejar el cargo. El problema de Boudou es que es un caradura político, pero en el concierto de lo que está pasando hoy con la Presidenta, que se ha recuperado bien de su problema de salud, salvo que apareciera un imponderable que hiciera que la Presidenta tuviera que dejar el cargo, entonces la hipótesis es que Boudou no puede gobernar y tiene que aparecer alguien. Yo lo veo como algo, no digo de la imaginación, pero casi fantasioso.

-Usted ha escrito un libro sobre los vicepresidentes y recordemos la pelea en Argentina por Perón-Evita. Tenemos un lío con la vicepresidencia.

El otro día me decía alguien de la editorial: ‘Nelson, tenemos que actualizarlo porque este es un bets-seller permanente’. El problema de Boudou es el costo político para el gobierno. Entonces, este es el problema. Y fundamentalmente, como vos decís, demuestra el karma que tiene Argentina con los vicepresidentes. Vos sabés que nosotros al libro lo iniciamos con una pequeña frase que en general se dice en las campañas presidenciales de los Estados Unidos: “¿Para qué debe estar preparado un vicepresidente? Para ser Presidente”. Y por supuesto, este Boudou está absolutamente inhabilitado para esto.

-Admitamos esto, doctor, a todos, y lo incluyo a usted, nos dejó en escorzo. Esto es, hay que buscar el perfil de alguien que era realmente ignoto en la política nacional.

Vos sabés que nosotros ya lo habíamos escrito en alguna editorial -esto no pretende ser vanidad- porque estaba ya manejándose fuertemente, hubo un rechazo pero al Presidenta tuvo esa voluntad desde el principio, y después por eso quedó lo de Beatriz Rojkés. Pero efectivamente, ¿qué es lo que ha pasado desde el momento en que nosotros empezamos a especular con esto?, vino febrero y la situación de Boudou se ha complicado y en el gobierno saben todo esto.

-Déjeme hacer una presunción: si la señora, que de algún modo es heredera como viuda de Kirchner de una relación en el peronismo, no elige a ningún peronista y da la señal a un radical converso me parece que el justicialismo tiene que entender la señal.

Por supuesto. El kirchnerismo no es el justicialismo. Y el kirchnerismo que quiere la Presidenta tiene poco que ver con el justicialismo. El mensaje, más claro, echale agua.

No hay comentarios. :

Publicar un comentario