Rosario sigue ocupada

No somos los mismos

Nota de opinión publicada en diario La Capital

Buenos y malos. Una mirada sobre qué cambió en la provincia tras la llegada de las fuerzas federales. La cultura narco.

El domingo 27 de abril en su columna en este diario, el colega Diego Veiga escribía:" desde el 9 de abril está (Santa Fe, la provincia, Rosario, la región) por mas que no les guste a las autoridades provinciales, intervenida por fuerzas federales". Tan sencillo como se escribió. Punto.

En una sesión en la Cámara de Diputados de la Nación el diputado Larroque, "kirchnerista" y/o "camporista" puso en superficie un plan. Denunciaba e insultaba: "Narcosocialismo". No ha pasado tanto tiempo. El gobierno nacional, con su teoría de buenos y malos, había decidido que los malos eran los socialistas de la provincia de Santa Fe y los buenos ellos. Scherazade no salía del palacio, por las estrictas cuestiones que sabemos. Supervivencia. En palacio no se sabe qué pasa fuera de las cortinas y las salas. El país les explotaba en las manos y creían que se podía culpar a Binner, Bonfatti, Lifschitz por el narcotráfico, el narcomenudeo, la narcocriminalidad y la narcosociedad. El país les explotaba en las manos y les explotó. Larroque sigue tranquilo, sin que el socialismo le haya planteado una cuestión de privilegio y/o una disculpa pública. No se animan a enfrentar en el recinto a los kirchneristas. Mucho menos ahora. Punto.

Dirigentes locales cercanos al kirchnerismo apuntaban a la corrupción de los jefes policiales que manejaban las fuerzas (policiales) en el mandato y medio del FPCyS. Tengo la íntima convicción de que son corruptos muchos de los denunciados y otros que aún no han sido descubiertos también. Es importante la foja de servicios, la carpeta de los denunciados. Todos tienen mas de 20 años de policías, con escasas comprobaciones de sus robos, de su delincuencia. Todas las autoridades políticas, todas, se fijan en esas fojas de servicio. Eran, en muchos casos, impecables. La corrupción es estructural en la dirigencia política, gremial, judicial, deportiva y policial. Punto.

Concejales, secretarios, actores sociales avanzan sectorialmente con imprecaciones, denuncias de olvidos y fallas sin advertir la cuestión: es un tema integral y toda actividad lateral, circunstancial, no programada, es una buena intención camino del cementerio. Ni barras bravas, ni agentes inmobiliarios, ni capitales grises son espontáneos. Pocos se paran a revisar en qué punto de la enfermedad estamos, quiénes deben hacer el diagnóstico y con qué remedios atacar, porque distraídos o no: estamos enfermos. La sociedad narco está entre nosotros dejando costumbres, usos, contaminando el futuro. Punto.

Han venido curitas, funcionarios, escritores, periodistas y bien intencionados (todas son buenas intenciones) a contarnos de cómo fue la cosa en ciudades, territorios (favelas) Estados y países en los que la narcosociedad triunfó. Pocos se detuvieron en una constante. Cómo era antes, cómo después. Nadie preguntó por la nostalgia del sitio perdido, la aflicción por el sitio miserable e inseguro en el que vivían con el avenimiento de la narcosociedad y los remedios que aparecieron ante la enfermedad porque: ¿es una enfermedad social el narcotráfico?¿No? Un dato común. Fuerzas militares de ocupación. En la región hay quienes proponen despenalizar, tal vez pensando en Amsterdam o en Colonia del Sacramento. Lindos sitios para vivir, los conozco. Punto.

Una parte de la sociedad esquiva la mirada al tema. Escuece. No da rating ni beneplácito. No se puede hablar sin saber algo, al menos algo. Y fijar posición. Sobre la droga se debe fijar posición y es difícil para quienes no tienen costumbre. Punto.

Muchos creen que pueden fabricar otro relato, de eso se trata. La droga no participa del relato. Varios analistas políticos y sociólogos siguen empecinados en la cuadratura del círculo. Un proyecto de derecha iluminada, Macri, debe unirse sí o sí con los de centro izquierda (Binner, Sanz más Cobos, para citar a los que verdaderamente están en carrera) para vencer al peronismo con las matemáticas de las encuestas mientras especulan sobre el pensamiento vivo de Massa, el estoicismo de Scioli mas el resto duro de CFK, esto es: peronismo basal. Una lectura maniquea para conformar a quienes avizoran triunfadores, los continuadores del absolutismo divididos —por ahora— solo por el pacto de impunidad, hasta dónde llegará… y hasta cuándo. Punto.

Para el gobierno provincial, como para el municipal, el tema se reduce a este esquema. Si mañana se van y todo sigue igual buscarán un culpable, mostremos que la responsabilidad es de ellos. Una vuelta de tuerca sobre la famosa frase atribuida a Lawrence de Arabia. Punto.

La sociedad de la Región Rosario, todos, nos despertamos una siesta con el helicóptero y la tanqueta de Berni. Con tres colegas periodistas (3) como testigos del arribo. Era el 9 de abril. En ningún otro sitio de la República Argentina se asumió tan abiertamente que el territorio estaba perdiéndose y que desde la Nación (Cristina) venían en nuestra ayuda, a recuperarlo. Perucas, radichetas, pesepos, sueltos delirantes y/o retardatarios debieron asumirse. Digamos las cosas como son, acudamos a la poesía, Neruda nos salva. "La misma noche que hace blanquear los mismos árboles./ Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos". Punto.