Google+ Raúl Acosta: Armado #AntesQueMeOlvide

sábado, 27 de mayo de 2017

Armado #AntesQueMeOlvide


Publicado en diario La Capital

Las cosas hay que reconocerlas. He sido un vicioso terrible. Dos paquetes de cigarrillos por día o mas y se sabe: el alquitrán de tabaco siempre provoca cáncer. Siempre. Algunas células pulmonares, de algunos pulmones, se hacen las tontas y el fulano muere atropellado por una camioneta y se cree que murió sano pero, si viviese lo suficiente, moriría de cáncer pulmonar y listo. Soy un vicioso. Lo fui. Un día chau. Engordé 25 kilos. Mi pelea es contra la obesidad. Es otra.


La abuela fumaba unos cigarros armados y eso fue lo primero que aspiré. Tosí y “lagrimié”, pero uno debía hacerse hombre. El bar de la esquina no perdonaba. Todavía no fumas… no te dejan…


Otra experiencia terrible fue con la zarzaparrilla. Una enredadera de los baldíos, con troncos marrones enroscados que, al cortarlos en trozos y encenderlos de una punta, por tener el centro hueco (minga de savia, eran troncos resecos) humeaban en picante. Se aspiraba y se expulsaba inmediatamente.


Solo un mandato social muy fuerte lleva a que se sigan las experiencias  nefastas con el tabaco. Nada es barato con los vicios. No viví la época del rapé y lejos de mi los fumaderos de opio de las novelas de aventuras. Aguante Sandokán. Las amapolas eran plantas en el jardín y su flor una bella flor.


Robarle un cigarrillo “al viejo” y pedirle al compañero de aventuras una pitada (una seca era el término) son materias en la carrera de la adultez social y la pérdida de las costumbres caseras o, si quiere, la llegada de las clásicas malas costumbres.

Algunos, en el café, llevaban la bolsita de tabaco, y el papel (smoking su marca y un cartón rojo con los papeles refinados) el papel del cigarro armado. Otro gusto, otro sabor. Una tarea manual. Vicio y sub vicios que lo completaban. El que armaba era el que no tenía dinero para pagar mas caro el tabaco. El vicio. Todas las argumentaciones sobre la sanidad del cigarrillo armado son excusas provistas por vacíos de la billetera y el bolsillo desnudo. Todas. Duele decirlo. Es el mismo cáncer comprado mas barato.

En el siglo XXI y por razones absolutamente de marketing del cáncer (se aduce que el papel no tiene vestigios de pólvora que lo hace mas tóxico, que el tabaco esta menos contaminado de componentes químicos) reapareció el cigarrillo armado. Reconozco una ventaja a favor de la salud. Armar el cigarrillo no es sencillo. Aún  sabiendo se demora. El mercado de consumo soluciona todo. Una maquinita de escaso costo en el mercado, cero valor de reventa y muy popular, resuelve el problema, un problema, el de los fumadores torpes para “manualidades”. El del cáncer solo se resuelve con la muerte, pero eso no nos sucederá. Estamos intentando morir sanos.

No hay comentarios. :

Publicar un comentario