Algunas cuestiones deben
reformularse. En los años que van desde 1994 a la fecha, esto es: 2017, el
crecimiento público de Elisa Carrió ha sido notorio, muy notorio. Analicemos si
nos sirve como República una personalidad, un actor socio político de esas características.
Debería, para el análisis
público, alcanzarnos con estos datos personales: Elisa María Avelina Carrió
(Resistencia, 26 de diciembre de 1956), más conocida como Lilita Carrió, es una
abogada, catedrática universitaria y política. Nunca como en ella la definición
de tábano sobre noble caballo. Nunca, que se sepa, ese tábano sirvió para que
el caballo concluyese su tarea. Es sólo una metáfoira griega sobre caballos y
tábanos.
Desde la vertebración política
la Carrió sigue este tránsito. Elisa
Carrió nació en Resistencia, Chaco, en 1956 y cursó sus estudios primarios y
secundarios en su provincia natal. Se recibió de Abogada en la Universidad
Nacional del Nordeste en el año 1978 e hizo estudios de Doctorado (falta tesis)
en Derecho Público en la Universidad Nacional del Litoral.
Elegida Convencional
Constituyente en 1994, fue Miembro de la Comisión Redactora y Miembro de la
Comisión de Tratados Internacionales. Es su foto con Alfonsín, a quien
deslumbra, que obtiene un crecimiento partidario inusitado o, mejor: inesperado
por tantos. Su capacidad de discurso y relato (ya entrecruzados) es importante.
Elegida Diputada Nacional por
la provincia del Chaco, período 1995-1999 y reelecta para el período 1999-2003.
Origen uno solo. Unión Cívica Radical.
En 2005 fue electa Diputada
Nacional por la Ciudad de Buenos Aires por ARI.
En 2009 fue electa diputada
Nacional por la Ciudad de Buenos Aires por el frente Acuerdo Cívico y Social
Contacto: Riobamba 25 despacho
708 Tel: 6310-7608 o 6310-7100 Int. 2708
http://www.elisacarrio.com.ar
Actualmente es diputada
Nacional por Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) Su banca la logró
integrando un grupo denominado UNEN, coalición de diversos partidos en su
representación en CABA
Hasta aquí sus datos según se
lee en el sitio al que se accede por la fuente mencionada.
Cada vez que veo, escucho a la
señora Carrió, el acápite de Botana para su medio periodístico aparece.
Es cierto que aquella
interpretación platónica sobre el discurso socrático es pasible de lecturas y
relecturas, pero llevado al punto de la política del siglo XX y estos remesones
que llegan hasta el siglo XXI, la señora Carrió adquirió definitivamente su personalidad
revoloteando sobre el noble caballo porteño. Con uso y abuso de sus medios de
comunicación.
Como advertía Sócrates la
señora Carrió pone nerviosos a los ciudadanos. También es cierto que enamora a
muchos. Parecidos y diferentes, sus enamorados políticos acompañan hasta que
encuentran un lugar propio bajo el sol.
También cuando en la balanza pesa mas el cansancio de sostenerla que la
posibilidad de crecimiento. La Carrió es una materia práctica de muchos
aprendices de políticos radicales y/o radicales.
No es cuestión de listados
pero su trayectoria, que siempre concurre hacia la soledad, es la que indica la
característica principal. Hay una incapacidad manifiesta por el trabajo grupal.
Citemos a Perón. “Lo arreglamos entre todos o no lo arregla nadie”. Carrió no
es peronista; es evidente que no se siente incluída en trabajo colectivo alguno
que no sea específicamente suyo. Ni eso
es suficiente. Es una “deconstructora” escapada de Saussure. Trabaja para
quedarse sola o mejor: no quiere arreglar
nada entre todos.
La Carrió no participa del
trabajo colectivo en ningún caso. Es un eje excéntrico y quien quiera que sepa
de física elemental advertirá que la excentricidad como eje no es útil al
equilibrio. La Carrió desequilibra los acuerdos, proyectos, pactos y objetivos.
En el 2014 escribí lo
siguiente: “…Si asumimos que el destino de la señora Carrió es la soledad
podremos trabajar mejor un cuerpo colectivo que nos saque de esta situación.
Repetir a Cristina en segundas nupcias populares, siguiendo a la Carrió, puede
convertirse en un problema irremediable para el país. Mas y mas de lo mismo. La
Carrió es la segunda versión de CFK. Escaparse del ego que las sostiene es
imposible. Caerían desde muy alto…”
Si aceptamos que algunos nombres
se los llevó el tiempo este otro párafo soluciona el tema: …” En este año de
2014 algunos de sus aliados deberán decidir qué hacer con su presencia, sus
discursos, su intromisión sobre el trabajo grupal. Javkin y Comi en Rosario.
Binner en el plano nacional. Giustiniani, que fue su compañero en un binomio
presidencial. Pino Solanas. El radicalismo en pleno, desde Cobos y su condición
de doble agente hasta la línea media: Morales, Sanz, Aguad. La Stolbizer, el
hijo de Alfonsin. Ni Macri se salva de resolver qué hacer con ella”…
El principito de Saint Exúpery
era simpático y tierno y sostenía la invisibilidad de lo esencial, pero dejaba
en claro que era un niño caprichoso que solo seguía sus designios. Metáforas de
un mundo, nunca el mundo real. Aluciones a la belleza, nunca a la
cotidianeidad. Lo cotidiano es ineludible e irrenunciable.
La Carrió es un principito
chaqueño que desea un planeta de un día de órbita y el poder absoluto. Sería
feliz con una varita mágica.
Algunas cuestiones, miradas
desde otro sitio parecen posibles. Un programa de televisión por cable que de
2,5% trepe a 6,7% por su sola presencia es una decisión aconsejable de los
productores. El ratting no es el proyecto de país que precisamos, pero muchos
precisan el ratting. En televisión abierta alcanzan los programas los dos
dígitos cuando aparece. No mas. Suficiente.
Puestos en otro lugar, el del
análisis mediático, es visible que la Carrió es una actora visceral. Un buen
ejemplo sería comparar sus intervenciones con las de Beatriz Sarlo, ensayista
pos moderna con conceptos muchos mas serios. Los programas de análisis político
no logran superar cifras mínimas con una actora socio político (la Sarlo) de
consistencia y ferocidad intelectual notoriamente mas sólida.
Las alusiones, críticas y
vivisecciones, tanto de CFK como de MM, de parte de la Sarlo no obtienen esa
adhesión masiva que la Carrió consigue. “Carniceras despellejadoras” las dos,
ambas en TV, ambas en los medios, ambas aclarando que no serán gobierno, las
dos señoras gobiernan diciendo improperios bien fundados pero una doblega la
aguja de audiencia y la otra no. Ni siquiera es cuestión de fundamentos, es
cuestión de actuación. La Carrió es una actriz fundamental. La Sarlo un
fracaso. Cantando lilita sería una “prima donna”.
Es imposible el ocultamiento:
la Carrió se hace escuchar. Debemos preguntarnos si es útil a la República
escuchar a la Carrió. Se oye su voz. Eso
no quiere decir que construya, sostenga, acreciente la seguridad de un
gobierno, de un sistema, de un proyecto.
Todo OK hasta el momento que dice soy parte del gobierno. En ése instante la
Carrió es, prima facie, destituyente.
En los deportes colectivos no
tendría solución su presencia porque se insiste: el trabajo colectivo necesita
sumatorias, no actuaciones solitarias. En los deportes individuales (tenis,
golf) el problema de la Carrió sería mas profundo: las mismas reglas para todos
no es lo suyo.
La Carrió tiene un problema
con cualquier juego porque tiene un problema sin solución con las reglas del
juego.
Estamos hablando de la jefa
espiritual del PRO-Cambiemos. Disputa la
corona de primer mujer Cambiemos con Gabriela Michetti y la actual
campeona: María Eugenia Vidal. Es peligrosa la situación de las dos señoras mencionadas.
Recordemos que Elisa ha juzgado a Alfonsín y al Papa Francisco. Recordemos
varias cosas, primero aquella historia de los Luises, hubo un Luis que decía
"El estado soy yo" y otro que gobernaba y le importaba tan poco lo
que pasase después que decía "Después de mi el diluvio".
La Carrió es como los dos
Borbones, es una Borbón recargada. Ella dice "el estado soy yo" y
también dice "después de mi el diluvio". He dicho -voy a repetirlo-
que no la votaría nunca a Cristina Elisabet Fernández excepto en una sola
posición electoral, si es un ballotage entre Cristina Elisabeth Fernández y
Lilita Carrio; en ése caso prefiero la monarquía berreta de CFK y no el
absolutismo soberbio de la Carrio. Cristina es intrínsecamente corrupta y
mentirosa, tengo esa íntima convicción, y no lo oculta. Cristina es una
iletrada como yo, que pretende saber, y uno se siente más cerca, no hace falta
mirar dos veces para saber que miente, con la Carrió si. Parece una diosa
jacobina, no lo es. Los santurrones alejan de los dioses. Reluce, pero no es
oro
“…No os pongáis nerviosos,
atenienses, y dejad de alborotar, por favor, como os he repetido tantas veces,
para que podáis escucharme, pues sigo convencido de que os beneficiaréis si no
me interrumpís…”
“…Porque, si me matáis, difícilmente
encontraréis otro hombre como yo, a quien el dios ha puesto sobre la ciudad,
aunque el símil parezca ridículo, como el tábano que se posa sobre el caballo,
remolón, pero noble y fuerte, que necesita un aguijón para arrearle. Así, creo
que he sido colocado sobre esta ciudad por orden del dios para teneros alerta y
corregiros, sin dejar de estimular a nadie, deambulando todo el día por calles
y plazas…”
Si se lee en el siglo XXI
esto, copiado de la apología de Sócrates, es fácil atender, entender,
participar de la predestinación. La señora Carrió cumple un mandato divino,
Socrático o similar. Ella está puesta en estas pampas para eso. Es el aguijón
que precisa la sociedad. Está claro que nadie pondría a un tábano a dirigir la
ciudad, así se trate de una ciudad de
nobles caballos. Falta China Zorrilla y el aviso de caña Legui:”¿…para que le
habrán puesto caballos…?”
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