Publicado en El Litoral el 14 de Mayo.
Llegué al final de la vida de mi abuela Josefa Tuells de Alzugaray. Esa familia de vascos franceses, sobre el fin del 1800 establecidos en Coronda, con un molino sobre el Coronda, alimentaban una bobina para las primeras luces de esos pagos. Y la molienda, claro. Ella era una de las Tuells. Hubo varias. Casada con mi abuelo, maestro carpintero en las Escuelas de Artes y Oficios la abuela fue tan nómade como el abuelo Emilio quiso, por todos los sitios donde uno de esos establecimientos fabricaba artesanos. Cañada de Gómez, Jobson (Vera) finalmente otra vez Coronda, donde la conocí. Debo repetirlo. Fumaba cigarros de hoja que ella misma se armaba. Era su comprador oficial de esas cuatro hojas de tabaco paraguayo que recortaba meticulosamente contra la nervadura. Cada cigarro media hoja. Una lección de mi abuela me acompaña. Ella venía desde antes y se consumió su vida en el siglo XX. Macri no conoció a mi abuela “pepa”.
Perón, eso sigue estando en la filmación que hicieron de sus consejos, poco improvisados, casi siempre obvios, pero bastante perfectos para el tiempo. Perón, no vamos a descubrirlo ahora, sabía leer, quiero decir, sabía qué usar de sus lecturas para “un corpus de Viejo Viscacha”, escrito con la misma ese que José Hernández. Viscacha. Perón decía: …“todo hombre debe producir al menos lo que consume… o le está robando a sus hermanos el trabajo que estos realizan para alimentarlo…” Está bastante claro que Mauricio no tuvo trato con Perón.
Joaquín Sabina ha llegado tarde al rock, a la fama, acaso debido a sus excesos, pero no por eso ha perdido un lugar entre los creadores populares que del siglo XX pasó al XXI. En una de sus canciones toma una frase popular ( siempre ha sido un habilidoso para llevar lo popular al terreno de lo personal) y dice una frase especial: “como pago al contado nunca me falta un peso”. Enamorado de otra música es evidente que Mauricio no es un ferviente defensor de Sabina. Yo tampoco, pero lo escucho respetuosamente.
Sabina explica, con esa frase popular, que quien paga con lo que tiene no contraerá deudas ni tampoco le faltará, por esa sencillísima razón: paga al contado y al no tener fianzas, a creencias, nada que no esté claramente puesto en dinero machacante, puede dormir tranquilo.
La concepción de Perón es la del sano equilibrio. Reponer lo que se consume deja las cosas en un punto de no zozobra, de nada de nervios, de minga de estrés.
La abuela “pepa”, cuando le pedía el dinero para los caramelos o el juguete de moda agitaba el monedero y decía una frase. “Si no está en el monedero no es sincero”… atribuyéndole, vaya a saber en que sistema de traducciones, repeticiones, a demostrar algo duro: lo que estaba en el monedero era la verdad de los deseos. Si no estaban en el monedero no eran sinceros. Ignoro de qué francés o de que Vasconia le llegaba eso, pero los nietos entendíamos. La abuela no prometía, si abría ése monedero de los de antes, con el cierre de botones de metal cruzados, era que la plata estaba. Nada de lo que decía era mentira. Podíamos ir al cine, comprar caramelos. El dinero estaba. Lástima. El Mauri no la conoció.
Pocos conocieron a mi abuela “pepa”. La princesita CFK seguro que no. En gobernaciones importantes y cercanas no la conocieron, porque llegarán con mas del 15% del presupuesto en promesas para el año que viene. En este año en faltante. Y en la ciudad donde habito, en Rosagasario, pasado el mes del mundial no habrá dinero para los colectivos urbanos, ni estará resuelto el tema de la basura, ni las concesiones de sitios de gastronomía, ni el sueldo de los choferes, ni las obras del Saladillo (Rosario tiene dos ríos laterales y uno frontal, como corresponde. Ludueña, Saladillo y el Paraná. No tiene fundadores pero oferta un esquema que se corresponde con ciudades de llanura) Resumiendo: Rosario tiene faltantes de dinero que en el segundo semestre alguien tendrá que solventar. Holaaaa, Miguel. Holaaa, Mauri….
El Mauri, según se dice y aquí se repite, no ha entendido que veníamos de un gobierno que gastó mas de lo que tenía, que no produjo al menos lo que gastó y agitó el monedero prometiendo los dineros que las monedas en silencio certificaban que no estaba. No entendió. Repitió conducta.
Hoy no son Perón, Sabina o mi abuela las salidas, pero no se debe buscar mucho mas allá. De extrañar, lo que se dice extrañar… extraño a los tres, pero mi abuela no me aflojaba, sonreía y no me aflojaba : es a la que mas extraño.
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