Google+ Raúl Acosta: La oposición no gobierna

miércoles, 29 de enero de 2014

La oposición no gobierna

Entrevista a Nelson Castro para La Vereda de Enfrente



- Doctor, ¿estamos sin rumbo?

Y sí, mirá como están las cosas. Día a día se manifiesta esto. Y esto que vos decís es lo peor que puede ocurrir, porque vos podés tener un rumbo determinado, uno lo critica o no, pero tenés un rumbos, vas a un lugar y después se ve qué es lo que pasa como consecuencia. Lo que ocurre ahora es que no hay rumbo, es decir, el gobierno ha perdido el rumbo, el ministro de Economía no lo tiene, y ahora ve lo que está pasando en la economía de todos los días con estas contradicciones. Porque el problema fundamental que tiene el gobierno, a parte de la inflación, es la falta de credibilidad y el nivel de improvisación, que ya no es algo que definimos nosotros, es algo que se ve lamentablemente todos los días.


- El gobierno era un gobierno híper presidencialista y la señora Fernández de Kirchner el eje, la punta adonde se refería todo. ¿Ha desaparecido? ¿No es más así?

No, sigue siendo así. La Presidenta sigue siendo el centro de todo. Eso lo venimos diciendo desde siempre nosotros. Las decisiones económicas las termina de tomar la Presidente de la República, esto está claro. Esto ha dado un ámbito muy particular en el cual está esta falta de presencia pública y toda una situación muy difícil que se está dando dentro del gabinete porque estas mismas incógnitas que vos tenés las tienen muchos ministros. La presidente habla con Kicillof, con Zanini, con Capitanich y un poco con Echegaray, y después no habla con más nadie. Entonces esto es un problema que ahonda esta situación de desconcierto que se vive dentro del gobierno.

- ¿Está la clase media herida de muerte?

Por supuesto que está mal. Yo siempre digo que Argentina es un país que tiene una capacidad de recuperación enorme. Ojalá alguien en dos días tome dos medidas sensatas, no veinticinco sino dos, que diga ‘vamos a atacar la inflación como corresponde’ fundamentalmente y ‘vamos a buscar consensos’. Dos medidas y la cosa cambia. Claro el problema que se genera es que hoy esa persona no es Kicillof, Kicillof ha perdido absoluta credibilidad. Entonces la pregunta es quién, si bien la que toma las decisiones es la Presidenta. Vos sabés que la Presidente se maneja con favoritos, en un momento fue Moreno y hoy es Kicillof, y los dos favoritos lamentablemente hoy son sinónimos de fracaso. Entonces eso es un problema.

- Le planteo un tema: hay delitos y rémoras del siglo XX, uno de ellos la justicia social -no resuelta-, el mercado laboral en negro, las mentiras de los índices inflacionarios, la misma inflación, son todos problemas que se arrastran del siglo XX y no han sido solucionados. Pero me parece que el siglo XXI le incorporó la narco criminalidad y la corrupción estructural y, dentro de esta, que se acepte, que está bien. ¿Cómo podemos solucionar esto?

Nosotros tenemos que trabajar fuertemente esto. Lo voy a poner de otra manera: si no solucionamos esto La Argentina seguirá siendo el país del fracaso. Corrupción existe en todas partes. En el mismo Brasil, un país con altos niveles de corrupción, ustedes ven lo que ha hecho Dilma Rousseff, que ha echado de su gobierno a cuantos sospechosos hubiera, y ya ven ustedes lo que ha hecho la justicia condenando a funcionarios de un gobierno exitoso como el de Lula. Es decir, nosotros si no encontramos un combate fuerte a la corrupción no tenemos destino de éxito. Porque obviamente el narcotráfico, por ejemplo, anca en la corrupción. El problema que el kirchnerismo representa en esta mentira, que durante muchos años mucha gente creyó, marca el mismo patrón de corrupción que fundamentalmente se vio en la década del 90, con algunos cambios de maquillaje, pero es el mismo patrón que Argentina no enfrenta con decisión. Y para ello necesita políticos decentes y una justicia mejor. Pero repito, nos pone a nosotros en un camino de fracaso permanente.

- ¿Está la oposición en condiciones de llenar ese vacío?

Hoy la oposición mucho no puede hacer. Esa es la realidad. El elemento más importante de la oposición fue que frenó la reelección de Cristina. Si la elección hubiera sido llamada por el gobierno hoy estábamos ya con el proceso de declaración de reforma de la Constitución imparable. Ahora, la oposición, hoy por hoy, no tienen posibilidad de gobernar. Esto es una realidad también, y es importante marcarlo. Y a veces es un error que la oposición no lo hubiera señalado inclusive en sus postulados, porque después genera esta súper expectativa y la gente dice ‘¿qué hace la oposición?’. Hoy el principal desafío de la oposición es preparar un proyecto creíble, razonable, amplio, consensuado, para después del 2015 y para ver si nos saca de esta matriz de fracaso que es lo que ha quedado como, yo diría, gran deuda no de la democracia –porque la democracia no tiene culpa de esto- sino de la dirigencia política que ha gobernado el país en estos 30 años de democracia.

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