Google+ Raúl Acosta: Voto
Mostrando las entradas con la etiqueta Voto. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Voto. Mostrar todas las entradas

domingo, 4 de diciembre de 2016

Buscando un papá


Publicado en diario "La Calle", de Concepción del Uruguay, 204de diciembre de 2016


Una colega que suele hacer análisis periodísticos desde su mirada sociológica escudriñó el alma de Cristina. Sostiene que es paternalista. Que el gobierno fue paternalista. Variante más fina del vocabulario para indicar el populismo. Esquiva, sigilosamente, el origen del poder de Cristina. El origen del populismo en Argentina. Omite, además, la principal ausencia del gobierno de CFK: la gestión por la paridad de género. Ni se le pasó por la cabeza. CFK piensa como un hombre.

Venimos bañándonos en ese río hace tiempo. Lo popular en conexión directa con una interpretación tutorial de la realidad, de las leyes, de obligaciones, deberes, límites que no se corresponden con ningún código o articulado, constitución o plan de gobierno, simplemente dependemos de la interpretación del padre popular (ocasional, milagroso) que sabe quienes somos, que hacemos y básicamente: qué nos hace falta.

Mauricio Macri reaviva el tema. Algunas cuestiones elementales deben reposicionarse. Ponerse nuevamente en superficie. El valor del voto y las obligaciones que trae, que cuestiones libera. El mandato delegado. Que cuestiones de cumplimiento legal trae ser el delegado de un poder transitorio conferido por las urnas. Debe agregarse la tragedia de la segunda generación: ministros y secretarios. El voto libera a quienes así llegan, pero esconde a los funcionarios. El sistema de poder delegado espanta. Cavallo, Lavagna, Kicillof Prat Gay. Al poder sin el voto. Hum.

Argentina tiene un  dogma extendido. El papá es para siempre. El pueblo una figura del lenguaje que tiene diferentes representaciones según el sitio desde donde se la mire. Nunca un valor, siempre un sujeto ideal.

Cristina, sus huestes, su criterio es el del papá eterno. El mandato popular siempre le dio derechos, nunca deberes. Nada parece, a un año de Macri, haber cambado sustancialmente porque debemos preguntarnos: cuales han sido los deberes de Mauricio. Deberíamos, además, repreguntarnos: ¿ no lo deseamos muy fuerte y ejecutivo?

Debe indicarse definitivamente. A Cristina la votó el pueblo argentino. Votamos una mamá (haciendo de papá) a tiempo completo que, si hacía falta, nos cambiaba los pañales y nos mandaba a la cama sin postre. No hay queja ni mostrador de mercadería fallida. Es Argentina quien la votó. El ballotaje ahora, antes  el 54% directo y aquí no han cambiado mucho las miradas

El poder de los medios de comunicación y sus intromisiones decisivas en el imaginario (en el pasado, en el presente) aparecen luminosas. Gilo Dorfles, Mc Luhan y Umberto Eco deben releerse. Las variantes confluyen. Estamos integrados, el Apocalipsis ya pasó. El poder mediático constituye la contraparte del padre fundamental. Confrontan con esa lógica. Hijo descarriado, mamá caprichosa, papá ampuloso y caprichoso. Lo contamos para domesticarlo.
  
Este comienzo convaleciente  enfervoriza a quienes quieren la sucesión y a quienes sueñan la disolución. También preocupa a los sectores más avanzados del aprovechamiento integral del derive estatal. Los grupos radicalizados, ideologizados y, también, económicamente insertados en la maquinaria gubernamental. Todos usando el Estado para su morral, “morraleando” del erario público. No ha terminado el tiempo de los corruptos en el palacio. Ahora hay mas planes sociales clientelares.

Atención. Hay territorios más escuetos donde el germen, el virus, el formato paternalista, populista, de cuentito del anochecer, funciona a imagen y semejanza. Como funciona a imagen y semejanza el enojo ante la crítica, ante el diferente, ante el diálogo, ante la democracia de la palabra.

El final de Cristina debe mirarse en escorzo. No es fácil torcer el cuello y mirar hacia atrás y saber que somos hijos de un papá que hace Chas Chas en la cola y nos gusta.  Somos hijos de Perón.

Más difícil reconocer que buscamos en los candidatos una matriz similar. Hasta Clarín, símbolo del mal segun los K, buscó un interlocutor semejante, pero más simpático a sus requerimientos; como eran Néstor y su mujer antes de antes de antes.

Las pedestres luchas por un concejo deliberante y quienes deben ser sus autoridades, las mínimas intrigas de palacios  provinciales no hacen nada más que reproducir en pequeña escala la definición nacional. El que manda reina. Cualquier gobernador sueña con el poder feudal.
  
La monarquía de baja intensidad en Argentina encontró una disculpa para persistir. El tiempo del pos Cristina entregará toda la culpa al peronismo y nada de angustia a los sectores ladriprogresistas que se aprovecharon de la coyuntura, soñaron una revolución en el relato y un mañana de MasterCard liberada. 
  
El peronismo no se librará fácilmente de CFK y no hay razones racionales para que lo haga. No se trata de juicios o paseos por tribunales, se trata de representación popular. También de comparación entre su reinado y esto que hoy nos pasa.

No se lee que la cultura del piquete cambió la forma del diálogo político No se lee que la soberbia de la viuda llevó a la exasperación a la sociedad y que Discépolo retornó triunfador. Si da lo mismo que sea cura, colchonero o rey de bastos robar un súper es posible, más fácil si se vive a la vuelta de la esquina. Es que no leen que el tejido social tiene agujeros insondables...?

Están abandonando el buque los que relataban la revolución del subsidio y los planes trabajar. El anarquismo atrabiliario nunca se aguantó laburar la democracia porque ya fue dicho. No es épica ni es revolución, es laburo diario de construcción. No gusta, a la revolución a la violeta, esto de laburar, de laburar sin mentir paraísos. Como se dice hoy: "no garpa" el centrismo, garpa el delirio que sirve al ensueño y da pautas.

Es Cristina Fernández de Kirchner quien reabrió la puertita al mañana de la revolución en el relato y el atraso en las calles. Y los que votaron  esa forma que llevó a este fondo de saco. Es más grave, se ha dicho. Se proponen variantes de la misma polca. Nada ha cambiado porque CFK como MM llegaron y se fueron (o se irán) por el voto. El voto consolida a los papás.

Mantener el populismo, el paternalismo nos hará llegar más bajo. Hay líderes que no quieren usar la palabra populismo para que no se enojen sus bases. Hay líderes y funcionarios importantes que bancaron las ingerencias del estado kirchnerista que, básicamente, atrasaban el estado de bienestar y aún hoy porfian que no fue un error. Macri, damas y caballeros, también es populista

El país que somos debe definir la palabra democracia y sobre el punto en común trabajar. No hemos abandonado al papá. Solo que Mauricio se parece mas a un tío. 

Che, que destino. Muerto NK , que era un papá en serio, vino CFK, que quería funcionar como un papá y atrasó todas las cuestiones de género y ahora hay un un tío que parece Luca Prodam y repite su frase: “mejor no hablar… de ciertas cosas”. Consejo: releamos a Discépolo. Son sólo 39 tangos.

miércoles, 2 de noviembre de 2016

Macri & el 2%


Publicado en diario La Capital, 26 octubre de 2016

Para finales de octubre de 2016 los representantes del pueblo español decidieron que ya bueno, que basta y, después de mas de 300 días sin titular, votaron a Rajoy (P.P.) para que gobierne el reino con Parlamento y Primer Ministro.

Hace tiempo que la comparación del Partido Popular, la centro derecha democrática española es asimilada, para las teorías políticas, con el gobierno de PRO Cambiemos. Para las prácticas también.

El parangón se detiene porque en Argentina no hay centro izquierda comparable al PSOE. En Argentina no hay centro izquierda y la deformación  que provocó el FPV, exageración populista del peronismo, confundió la trama y peor, el futuro.

Quienes deberían ocupar el espacio, básicamente el socialismo y sus arrabales, se encuentra en estado de confusión, perplejidad y retirada a pequeñas parroquias.
Asumir, desde la izquierda, la definición de minoría lleva al deterioro. Hay dos pensamientos políticos activos. Para atrás y para adelante según lo conquistado, conocido, existente. Las minizquierdas argentinas atrasan demasiado.

A ése espacio lo ocuparon con eslóganes y relatos, sectores del pensamiento único, pero sin decisiones políticas que sustentasen el sitio: centro izquierda. Estos sectores populares se encuentran encerrados en una paradoja que cruza el país desde 1945. El peronismo es el eje político, declama reivindicaciones sociales progresistas, de avanzada, pero sus alianzas con el capital y las leyes monetarias son contradictorias con los enunciados, gruesas, profundas, definitivas. Su mecánica de partido único  ha trabado cualquier relación  que intente asimilar el parlamentarismo europeo y el diálogo entre diferentes. La relación del partido único con el poder ni siquiera es enfermiza, es simplemente necesaria. Fundante.

En todo hay enseñanza positiva. El gobierno de Rajoy, resuelto con votos, abstinencias y asunción de la realidad por parte de todas las fuerzas con representación parlamentaria, que son las que lo ungen, nos lleva a una pregunta ¿Podría Macri sobrevivir a una situación similar? ¿Argentina con mas de 300 días con la burocracia sin padre ni madre? Un gobierno de centro derecha que no pueda asumir en su rol ejecutivo por trabas parlamentarias que lo impiden…¿sobreviviría?

La primera condición es que el diálogo sería necesario, imprescindible. Algunos deberían callarse, por honestidad intelectual, fueron parte integrante de ése despotismo sin ilustración que negó el diálogo en la última década.

La mejor definición de la omnipotencia del populismo y/o el partido único, que por algo sostienen la sinonimia, es la frase de CFK: “armen un partido, ganen las elecciones”… No refería al parlamento y las diferentes representaciones. Claramente refería al presidencialismo exacerbado, cuasi monarquía que es, fue y será el verdadero artículo uno de todos los populismos. Ni buenos ni malos. Son eso.

La situación actual de Argentina impide ésa ejecución. Está claro que el condicionante de muchos actores políticos de primer grado, como de segundo grado, donde estamos incluídos los periodistas, responden a ésa lógica. Se entiende, hay una vida completa con el partido único como eje, difícil escapar al hábito, finalmente al mandato cultural. Argentina, societariamente, reclama un  jefe y esta referencia militar (originada por el General Perón) es la piedra donde tropieza cualquier diálogo. Buena parte de los análisis políticos sostienen ése dogma. Se juzga según y conforme se ejerza el mando. A Macri el acoso periodístico lo pone en un verbo: mandar. Ejecutivo poderosísimo o anarquía y debilidad. Eso sugieren.

El triunfo de Macri (que en primera vuelta había perdido con Scioli) constituye un punto de partida diferente. No son suyas las fuerzas provinciales, ni suyos los diputados y senadores nacionales (por eso quiere mas legisladores y un triunfo rotundo en 2017).

Mauricio Macri es un  presidente del 2%. Tan legítimo como explícito. Esa diferencia lo puso en el ejecutivo.

Para el sistema de populismo, partido único y remedo militar es malo. Para el nacimiento de pactos en cada ley, diálogo, necesidad de escuchar al otro y conceder, el mejor origen. Muchos, deformados por el puritanismo y su doble moral, sostienen que pactar es pecado. Ése error es un pecado mortal para la democracia, la transparencia y el futuro de las sociedades. La democracia es un pacto renovable cada día.

La democracia no es épica, allí la deshonestidad cultural de CFK, de sus exégetas y aliados. Contaban una epopeya y se robaban los presupuestos para sus estancias.
La democracia es humilde. Es una construcción permanente, perfectible, con tropiezos y como los veleros en el mar, imposible de llevar en línea recta. Se sabe el puerto de llegada, pero se debe navegar.

No hace falta que nos interroguemos sobre la virtud democrática de MM. De como asuma su fragilidad y la convierta en fortaleza debería surgir el origen de un nuevo país. También puede resolver, si sus anhelos son la mayoría automática y el fin de las discusiones, pactos y acuerdos, el retorno del sistema de partido único, populismo y su degeneración obligatoria: la corrupción estructural.

Una palabra en particular para provincias y municipios donde el triunfo ha sido tan exiguo que la humildad, la aceptación del otro es tan necesaria como inevitable para la sobrevida. La supervivencia no solo de ellos, también de la democracia, todos los días a punto de nacer.

El 2 por ciento es un dato positivo. Para los dialoguistas. Los enamorados del partido único se sienten mal, muy mal.